Londres 13 jun (EFE).- Auroras boreales o nebulosas creadas por el cerebro humano al sumergirse en The Great Gig In The Sky, la conocida melodía pinkfloydiana, es el resultado de un experimento que ha permitido captar las emociones al escuchar la música.
Al responder la mente a la emoción, con estrés o relajación, los fenómenos meteorológicos son generados de manera informática tras ser captados por un encefalograma, según pudo observar EFE esta semana durante el estudio hecho por Gala Wright y Richard Warp, parte del grupo Pollen Audio, un estudio de grabación dedicado a la ciencia.
De diversos colores y formas, los fenómenos meteorológicos cobran vida en diferentes proyecciones sobre la pared de la galería londinense Frameless, donde se hizo el análisis.
Exploran su estado mental -mientras escuchan la canción-, que es medido, analizado y después visualizado. Es algo muy emocionante, expresa Warp, director técnico del experimento.
Para el estudio, al participante se le coloca en la cabeza unos auriculares conectados a un equipo de encefalografía médica que codifica -mientras escucha la canción- las ondas cerebrales que después serán proyectadas.
Warp señala:
Hay una conexión muy personal entre la experiencia y la visualización.
Esta es el verdadero Scrat, una ardilla de tierra ártica de 30,000 años de antigüedad de la Edad de Hielo. A simple vista parece una bola de pelo, pero si observamos detenidamente, podemos distinguir sus patas, uñas, cabeza y cola en un estado de conservación excepcional. pic.twitter.com/JWbdVsmYuX
— Enséñame de Ciencia (@EnsedeCiencia) June 12, 2024
Un tributo distinto
Este proyecto científico, denominado Brainstorms: A Great Gig in the Sky experience, comenzó por el deseo de celebrar el legado (musical) de mi padre de forma distinta, dijo a EFE Gala Wright, hija de Richard Wright, el teclista de la banda fallecido en 2008, uniendo música y neurociencia.
The Great Gig in the Sky fue compuesta por su padre, con la participación de la cantante Clare Torry, cuya voz genera uno de los mayores picos de interés y relajación entre los participantes.
La respuesta se manifiesta de diferentes formas: el movimiento de las nubes, su densidad o incluso su brillo representando diferentes aspectos del cerebro, explica Wright.
Los participantes, después de su experiencia, pueden comparar entre ellos en la sala de proyección y ver dónde son iguales, en qué difieren y con ello entrar en una conversación y hablar de sus resultados, agregó.
Warp resaltó por su parte:
Es muy interesante para la gente entablar esa conversación. No se trata solo de las imágenes, de la música o de ambas cosas, sino también de su respuesta.
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