Ciudad de Guatemala, 15 dic (AGN).- Desde pequeña, Dora Patricia Moreno descubrió su amor por el baile y la música; sin embargo, su pasión por estas actividades tuvo que hacer una pausa por estar en una silla de ruedas.
En varias ocasiones sufrió discriminación en su búsqueda de una oportunidad para poder desempeñarse en esa área, pero no se dio por vencida. Gracias a su perseverancia, encontró la ocasión de llevar a cabo su sueño.
“Toqué muchas puertas y no tuve respuesta por mi discapacidad. Al final logré tener una oportunidad en una escuela y el Ministerio de Cultura y Deportes me contactó para brindarme su apoyo”, contó.
Dora Patricia Moreno tiene una discapacidad desde su infancia que no limita su pasión por el baile, hoy en día es instructora en la academia de danza en el Parque Erick Barrondo. Conoce su historia.#CulturaComoMotorDeDesarrollo#YoSoyDeporteyRecreacionGT pic.twitter.com/o76l0guWOI
— Deporte y Recreación (@RecreacionGT) December 3, 2020
El baile, su pasión
Desde 2013, Dora trabaja con el Ministerio de Cultura y Deportes e imparte clases en la academia permanente de la institución.
Actualmente cuenta con 43 alumnos, a quienes les enseña diversas coreografías. El grupo se reúne de lunes a viernes en horario de 15:30 a 17:00 horas.
“Cuando uno se enfoca en algo, tiene que luchar por sus metas. La discapacidad solo está en la mente, y, ahí vamos, preparándonos con muchos triunfos más”, expresó la instructora, durante una entrevista.
El impacto que tiene la danza en los jóvenes es significativo, pues los involucra en actividades sanas, las cuales los alejan de situaciones que los ponen en peligro.
Otra de las ventajas de esta actividad es que se ejercitan, lo cual cobra mayor relevancia luego del confinamiento obligado por la pandemia del coronavirus (COVID-19).
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AGN ke/kg