El Cairo, 11 dic (EFE).- Más de 5 mil millones de personas podrían vivir en áreas áridas a finales de este siglo en caso de que no se mitigue la actual tendencia global a la desertificación, advirtió en un nuevo informe la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD en inglés).
El extenso informe publicado este lunes en el marco de la COP16, que se desarrolla en Riad, titulado ‘La amenaza mundial de las tierras áridas’, se basa en evidencias científicas recogidas entre 1990 y 2020 y también compara datos con las tres décadas anteriores al 1990.
El estudio previó que los efectos de la creciente aridez serían múltiples y en cascada, y que más de 5 mil millones de personas podrían ver afectados todos los aspectos de su vida para 2100, especialmente si el trabajo que desarrollan está relacionado con la agricultura.
En este sentido, el 77.6 % de la tierra experimentó condiciones más cálidas de las consideradas “normales” y las tierras áridas se expandieron por “4,3 millones de kilómetros cuadrados del planeta” -en los 30 años anteriores al 2020-, sin que éstas tengan posibilidad de recuperar su estado original.
La causa principal de este fenómeno amenazante para la vida es la acción humana, subrayó el informe. La emisión de gases de efecto invernadero generó un incremento en la temperatura de la tierra, lo que a su vez afectó a la cantidad y frecuencia de la lluvia y al proceso de evaporación.
Las consecuencias de la inacción serán cada vez más nefastas y la adaptación ya no será opcional, sino imperativa, sentenció el jefe de la unidad científica de la UNCCD, Barron Orr, en un comunicado que acompañó el informe.
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Varios aspectos de la vida afectados
Varios aspectos de la vida cotidiana y de la calidad de la misma se verían afectados si la tendencia a la desertificación del planeta se sigue incrementando, entre ellos el económico, el daño al ecosistema, el acceso al agua y la salud.
El aumento de la aridez se relacionó con la disminución del 12 % del Producto Interior Bruto (PIB) de los países africanos entre 1990-2015 y un 2.7 % en las naciones asiáticas, y según las previsiones para el 2079 las pérdidas podrían elevarse a un 16 % y un 6.7 %, respectivamente.
En caso de que no se adopten medidas para erradicar la pobreza multidimensional, el cambio climático podría aumentar el número de personas que viven en la pobreza entre 35 y 122 millones para 2030, especialmente en las regiones áridas del Sahel, África oriental y Asia meridional.
La aridez podría conllevar la pérdida del hábitat de al menos el 55 % de las especies animales y comunidades enteras que se enfrentan a la escasez de agua y al colapso de la agricultura se verían forzadas a abandonar sus hogares, lo que provocaría tensiones sociales y políticas en todo el mundo, una tendencia que se prevé se intensifique en los próximos años, con especial incidencia en Oriente Medio hasta África y el sur de Asia.
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