San José, 23 dic (EFE).- La política exterior del próximo Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos no será aislacionista, sino más bien activa e intensa hacia América Latina, principalmente con Cuba, Nicaragua y Venezuela, valoraron este lunes tres analistas en temas internacionales.
La designación del senador republicano Marco Rubio como secretario de Estado, conocido por su postura anticomunista, asegurará especial atención hacia Latinoamérica, con un enfoque duro hacia Venezuela, Nicaragua y Cuba, dijo la exdirectora del Programa para América Latina del Wilson Center, Cynthia Arnson, durante el diálogo Trump 2.0: Perspectivas y desafíos para Centroamérica, Cuba y Venezuela, organizado por los organismos Expediente Abierto y Gobierno y Análisis Político.
Para Arnson, Trump revertirá las licencias para exportar petróleo y gas de Venezuela e impondrá sanciones más fuertes al Gobierno de Nicolás Maduro pensando que el castigo económico podría tener un efecto en el desarrollo político de ese país.
En el caso de Nicaragua, gobernada por el sandinista Daniel Ortega desde 2007, dijo que en Washington existe una molestia muy grande porque la mayoría de las ventas al exterior de Managua son hacia el mercado estadounidense en el marco del Tratado de Libre Comercio entre EE. UU. y Centroamérica (CAFTA, por sus siglas en inglés).
Legalmente no sé cuáles son las posibilidades de expulsar a Nicaragua del CAFTA, pero van a intentar usar distintos tipos de herramientas para prevenir que Nicaragua se siga beneficiando del mercado de Estados Unidos, auguró.
En cuanto a Cuba, de acuerdo a la experta, la política exterior de EE. UU. apostará a una mayor presión económica, considerando que -dice- la isla va peor que nunca con escasez económica y cortes de electricidad, indicó.
Trump tendrá poca tolerancia para negociar con dictadores
Por su lado, el profesor de investigación de estudios de América Latina y el Caribe para el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los EE. UU., Evan Ellis, subrayó que Trump hará esfuerzos por aislar a los anfitriones de amenazas contra Estados Unidos, señalando a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Debemos recordar que ha sido Venezuela el anfitrión principal de (el grupo terrorista) Hezbulá en la región, señaló Ellis, que ha servido como miembro del grupo de planificación de política del Secretario del Estado con responsabilidad para América Latina y el Caribe), y el Bureau de Contra-narcóticos.
Trump tendrá, dijo, poca tolerancia para negociar con dictadores del continente americano que -dice- han permitido la influencia de China, Rusia, Irán y otros países extracontinentales sobre el Hemisferio Occidental.
Ellis cree también que Washington presionará un poco más a Brasil para evitar un acercamiento estratégico con China, Rusia o Irán, y a México con el tema de las inversiones chinas en ese país.
Con Centroamérica, el experto vaticinó una mejor relación de Trump con Costa Rica, El Salvador y Panamá, y en menor medida con Guatemala, y negativa con Honduras y Nicaragua.
¿Se renegociará el CAFTA?
En tanto, para el director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, durante el Gobierno de Trump el énfasis en temas de democracia, institucionalidad, y Estado de Derecho en Centroamérica se reducirá como prioridad.
Lo que sí habrá con Trump, vaticinó, es una retórica antidictatorial contra Cuba, Nicaragua y Venezuela, al que incluirá Bolivia y Honduras.
Con Centroamérica, a juicio de Orozco, posiblemente EE. UU. congele su ayuda externa por la creciente relación del istmo con China, o bien quiera renegociar el CAFTA.
Orozco aclaró, sin embargo, que él no comparte 100 % esta perspectiva de que China viene a apoderarse de América Latina, sino que hace ruido para molestar a Estados Unidos y al mismo tiempo para ir reduciendo el balance comercial, porque la presencia China en importaciones es gigantesca.
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