São Paulo, 17 abr (EFE).- Un grupo de científicos brasileños investiga a un rebaño de cabras de procedencia desconocida que ha logrado sobrevivir durante cerca de tres siglos sin agua dulce en una diminuta isla del noreste de Brasil.
Los investigadores se esfuerzan ahora para identificar el origen de estas cabras asilvestradas, cómo es posible que subsistieran rodeadas únicamente de agua salada y si han desarrollado algún tipo de mecanismo evolutivo que las haga más resistentes.
Este enigma biológico tiene su origen en Santa Bárbara, una de las cinco islas de formación volcánica que componen el archipiélago de Abrolhos, a unos 70 kilómetros de la costa de Bahía.
Hasta este año, en ese islote de vegetación baja, con apenas 1.500 metros de largo y 300 de ancho, había 27 caprinos, aunque en el pasado llegaron a ser dos centenares.
Ahora, un equipo liderado por Ronaldo Vasconcelos, profesor de zootecnia, examina el rebaño en la Universidad Estatal del Sudoeste de Bahía (UESB), en el municipio de Itapetinga, tras un complejo proceso de captura y traslado que involucró a la Marina y a otros organismos federales.
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¿Portuguesas o inglesas?
De la presencia de estos animales en la isla hay constancia desde hace más de 250 años, según los registros históricos, aunque nadie sabe a ciencia cierta cómo llegaron allí.
“Una hipótesis es que los colonizadores acostumbraban a dejar víveres cuando pasaban por islas. Navegaban en condiciones pésimas y parar en una isla y tener cerdos, aves o cabras era una fuente alimentaria bastante segura”, explica a EFE Vasconcelos.
Según esa tesis, podrían ser oriundas de Portugal o Inglaterra. Un estudio de ADN arrojará luz sobre este primer interrogante.
Pero lo más sorprendente es que hayan sobrevivido en un ambiente relativamente seco y sin agua dulce. Sobre esto también hay una nube de misterio.
Vasconcelos sospecha que las cabras pudieron haberse adaptado a beber agua del mar, y que ese comportamiento se transmitió a las generaciones siguientes. Sin embargo, sostiene que nunca las vio hidratarse de esa forma.
Por otro lado, recientemente, notó que, en el campus, las cabras se lanzaron con ansia a comer una planta conocida como ‘beldroega’, presente en toda Santa Bárbara y que tiene un alto contenido de agua.
“Esa planta pudo ser una de sus estrategias de supervivencia”, manifiesta el científico.
Otro aspecto llamativo es que con frecuencia tienen “partos gemelares”, lo que denota que estaban “bien nutridas y adaptadas”.
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