Ciudad de Guatemala, 14 ene (AGN).- En un esfuerzo por preservar el patrimonio familiar en Jocotán, Chiquimula, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) y la Agencia Municipal de Extensión Rural desplegaron iniciativas significativas. Recientemente, se llevaron a cabo jornadas de vacunación en los centros de aprendizaje de desarrollo rural (Cader) con el propósito de fortalecer la salud de la avifauna local y, no menos importante, proteger los recursos económicos de las familias.
Las jornadas de vacunación se centraron en salvaguardar la salud de las aves de crianza, un elemento esencial en el patrimonio familiar de la región. Con el apoyo de profesionales veterinarios, se administraron vacunas clave para prevenir enfermedades que podrían afectar la producción avícola. Esta medida no solo busca mantener la calidad de los productos avícolas, sino también garantizar la sostenibilidad a largo plazo de esta actividad económica vital.
Charlas educativas
Además de las acciones directas en la salud avícola, la Agencia Municipal organizó charlas informativas sobre salud y manejo de aves. Diseñaron estas sesiones educativas para dotar a los avicultores locales de conocimientos prácticos. Específicamente para reducir la tasa de mortalidad de las aves y, al mismo tiempo, mejorar la rentabilidad de sus actividades avícolas.
Además, se ofrecieron charlas sobre salud y manejo de aves, con el objetivo de reducir la tasa de mortalidad, mejorar la rentabilidad y aumentar la calidad y cantidad de alimentos avícolas. pic.twitter.com/fgQ9GW5Cil
— MAGA Guatemala (@MagaGuatemala) January 12, 2024
El enfoque integral de estas iniciativas pretende proteger la salud avícola, así como elevar la calidad y cantidad de alimentos derivados de esta actividad.
Al proporcionar información sobre las mejores prácticas en el manejo de aves, se preserva el ciclo de la producción. También potencia el patrimonio familiar a través de una producción más eficiente y sostenible.
Las jornadas de vacunación y charlas educativas en Jocotán no solo son una respuesta a las necesidades inmediatas de salud avícola, sino también una inversión a largo plazo en el bienestar y la prosperidad de las familias que dependen de esta actividad económica.
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