Redacción Ciencia, 19 abr (EFE).- Las estrellas que contienen cantidades comparativamente grandes de elementos pesados ofrecen condiciones menos favorables para la aparición de vida compleja que las estrellas pobres en metales, según un estudio que publicó Nature Communications.
La investigación de científicos alemanes señala que la composición química de una estrella influye mucho en la radiación ultravioleta que emite al espacio. Asimismo, en las condiciones para la aparición de vida en su sistema.
Un equipo del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar y de Química, así como de la Universidad de Gotinga también sugiere que a medida que el universo envejece, se hace cada vez menos propicio a la aparición de vida compleja en nuevos planetas.
La metalicidad de una estrella está relacionada con la capacidad de sus planetas para rodearse de una capa protectora de ozono, que es un requisito previo importante para la aparición de vida compleja.
Sistemas habitables
El estudio proporciona, a los científicos que buscan sistemas estelares habitables, información sobre dónde este empeño podría ser especialmente prometedor.
Con ayuda de simulaciones numéricas, el estudio se centra en el contenido de ozono de las atmósferas de los exoplanetas. Ese compuesto puede proteger la superficie del planeta de la radiación ultravioleta (UV) que daña las células.
Queríamos entender qué propiedades debe tener una estrella para que sus planetas formen una capa protectora de ozono, dice Anna Shaphiro, una de las firmantes del estudio.
Sobre el análisis
El equipo se centró en las estrellas que tienen exoplanetas y que en su superficie las temperaturas oscilan entre 5 mil y 6 mil grados, un grupo al que pertenece el Sol.
Los investigadores calcularon exactamente qué longitudes de onda componen la luz ultravioleta emitida por las estrellas y, por primera vez, también tuvieron en cuenta la influencia de la metalicidad.
Esa propiedad describe la proporción entre el hidrógeno y los elementos más pesados (metales) en el material de construcción de la estrella.
En el caso del Sol, hay más de 31 mil átomos de hidrógeno por cada átomo de hierro. En el estudio también se consideraron estrellas con menor y mayor contenido en hierro.
Además, investigaron cómo afectaría la radiación UV calculada a las atmósferas de los planetas que orbitan a una distancia adecuada para la vida. También simularon qué procesos pone en marcha en la atmósfera del planeta la luz ultravioleta característica de su estrella.
Conclusiones
En general, las estrellas pobres en metales emiten más radiación UV que sus homólogas ricas en metales. Pero la proporción entre la radiación ultravioleta C (generadora de ozono) y la ultravioleta B (destructora del mismo), también depende en gran medida de la metalicidad.
En las estrellas pobres en metales predomina la radiación UV-C, lo que permite la formación de una densa capa de ozono. En las otras abunda la UV-B, que hace que esa envoltura protectora sea mucho más escasa.
Además, a medida que el universo envejece, es probable que se vuelva cada vez más hostil a la vida, pues los metales y otros elementos pesados se forman en el interior de las estrellas al final de su vida.
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