Redacción Ciencia, 15 abr (EFE).- El telescopio espacial James Webb descubrió una galaxia pequeña que se formó unos 500 millones de años después del Big Bang y con gran capacidad para generar estrellas.
La revista Science publicó el hallazgo realizado por un equipo internacional. El conjunto estuvo integrado por científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad del País Vasco. También se contó con la coordinación de la Universidad de Minesota.
Las observaciones de James Webb permitieron al equipo adentrarse hasta más allá de 13 mil millones de años en el pasado para encontrar esa galaxia única y minúscula. Dicha galaxia tiene un volumen que equivale aproximadamente a una millonésima parte de la Vía Láctea.
Sin embargo, la pequeña y antigua galaxia sigue formando el mismo número de estrellas cada año y lo hace a un ritmo extremadamente alto para su tamaño, destacó el autor principal del estudio, Patrick Kelly, de la Universidad de Minnesota.
Science’s first paper using observations from the #JWST telescope has revealed a gravitationally lensed galaxy, with strong nebular emission lines, at redshift 9.5—corresponding to 510 million years after the Big Bang.
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— Science Magazine (@ScienceMagazine) April 13, 2023
Diferencia entre galaxias
Las galaxias que existían cuando el universo estaba en su infancia son muy diferentes de lo que se ve ahora. Por eso la galaxia descubierta puede ayudar a saber más sobre las características de las primeras. Específicamente cómo se formaron y en qué se diferencian de las actuales.
Esta galaxia está muy lejos del alcance de todos los telescopios, excepto del James Webb, que fue lanzado en diciembre de 2021, y las primeras observaciones que han dado de este cuerpo celeste son espectaculares, detalló la investigadora Hayley Williams.
Y es que los científicos nunca habían podido observar galaxias de cuando el universo era tan joven con este nivel de detalle.
Cómo se descubrió
El descubrimiento fue posible gracias a la combinación de las altas capacidades del telescopio, que está ubicado a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, con un fenómeno que se produce en el espacio.
La masa, como la de una galaxia o un cúmulo de ellas, es capaz de curvar y ampliar la luz, lo que se conoce como lento gravitacional.
En este caso, la lente formada por un cúmulo de galaxias hizo que la pequeña galaxia pareciera 20 veces más brillante de lo que sería si el cúmulo no estuviera magnificando su luz.
Los investigadores utilizaron espectroscopia para medir la distancia a la que se encontraba la galaxia, además de algunas de sus propiedades físicas y químicas.
El estudio de las galaxias que existían cuando el universo era mucho más joven puede ayudar a los científicos a responder cómo se reionizó el universo.
En su inicio, el universo pasó por un periodo de reionización, en el que circulaban electrones libres, pero no se sabe bien qué fuentes de energía provocaron ese proceso.
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