El primer exoesqueleto pediátrico del mundo, desarrollado por la científica española Elena García Armada y que facilitará la movilidad a niños afectados por parálisis cerebral o atrofia muscular espinal, está ya listo para su comercialización internacional.
El exoesqueleto fue patentado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español y desarrollado por la empresa Marsi-Bionics.
El dispositivo, bautizado como Atlas 2030, pesa 12 kilogramos y está fabricado en aluminio y titanio y sus articulaciones imitan el funcionamiento de los músculos humanos y proporcionan a los pacientes la fuerza que necesitan para mantenerse en pie y moverse en cualquier dirección.
Estudio
Han sido casi diez años de desarrollo de una tecnología en la que España ha sido pionera y representantes institucionales y científicos valoraron que se haya completado el ciclo de transferencia del conocimiento: desde que comenzaron las primeras investigaciones en el CSIC hasta la comercialización de una tecnología que estará a disposición de las familias con niños con atrofia muscular espinal o con parálisis cerebral.
Esta forma de utilizar el exoesqueleto permite realizar una terapia muscular integral de una forma lúdica con los niños y sus familias, lo que puede resultar, según los responsables de la empresa, mucho más motivador y efectivo para los pacientes.
Desde que hace ocho años empezaran las investigaciones y comenzara a utilizarse de forma experimental en varios hospitales españoles, el exoesqueleto ha demostrado que un uso intensivo del mismo puede retrasar todas las complicaciones musculo-esqueléticas asociadas a la atrofia muscular espinal y la parálisis cerebral.
Enfermedad
La atrofia muscular espinal es una enfermedad rara y con una incidencia baja, mientras que la parálisis cerebral es una de las causas más habituales de discapacidad motórica y la más frecuente en los niños.
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