Ciudad de Guatemala, 23 mar (AGN).- Un año ha transcurrido desde que fue habilitado el hospital temporal del Parque de La Industria, donde se ha atendido a más de 7 mil personas con coronavirus (COVID-19).
La pandemia no ha detenido la labor del personal del nosocomio, a pesar de que ha puesto en riesgo su salud al brindar atención de los pacientes que asisten al centro asistencial.
Dania Hernández, directora del hospital temporal del Parque de La Industria, en una entrevista con la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN), contó que la fortaleza ha sido de mucha importancia para afrontar este virus que fue desconocido tanto para el personal de Salud como para la población en general.
¿Cuándo comenzó a funcionar este hospital?
Instalar esto no fue fácil. El 21 de marzo del 2020 fuimos convocados a apoyar, no sabíamos que nos íbamos a quedar de manera permanente. Sin embargo, el 23 de marzo nos delegan a este hospital y yo asumo como directora.
Tuvimos una semana para hacerlo funcionar y el 30 marzo recibimos la instrucción de trasladar a los pacientes con síntomas leves que se encontraban en el Hospital de Especialidades de Villa Nueva y es como recibimos los primeros 14 enfermos.
A partir de esa fecha empezamos a recibir pacientes, de manera ambulatoria, como de otros centros para su atención. En ese momento teníamos la instrucción de hacer aislamiento estricto de asintomáticos y leves. Estos se recuperaron y comenzaron a irse a sus hogares.
Comenzamos a atender a pacientes moderados y severos. A finales de mayo se puso en funcionamiento del intensivo de este hospital y ya pudimos atender a los que asistían con síntomas críticos.
¿Cómo ve la evolución de este centro?
Todos creíamos que era de tres meses. Comenzamos a trabajar con camas de campamento, pero poco a poco nos dimos cuenta de que esto seguía creciendo y que la necesidad de atención era más grande.
Se inició con la adquisición de más equipo, para que los pacientes estuvieran cómodos, nos abastecimos de medicamentos, suministros y material médico-quirúrgico que estaba muy escaso en esos momentos. Hubo acaparamiento de equipo de protección personal, pero las cosas fueron funcionando poco a poco.
¿Cómo se encuentra preparado el hospital para atender a la población por este virus, un año después de su habilitación?
Puedo decir que ahora estamos mucho más preparados que al principio. Nuestro personal ha adquirido una gran experiencia en el manejo de esta enfermedad. Ahora funcionamos de una forma adecuada.
No sabemos cuánto tiempo estará este hospital instalado, pero el tiempo que esté podemos brindar una atención de calidad, con calidez a nuestra población y estamos con los brazos abiertos para recibirlos.
Ahora contamos con 300 camas habilitadas, todas con mesas auxiliares; equipo para monitoreo de signos vitales; 30 ventiladores mecánicos; percusores, y otros aparatos para atención de los pacientes.
Somos un hospital que funciona muy bien, la organización ha sido fundamental y creo que esto es la fortaleza.
¿Con cuánto personal cuenta el nosocomio?
Contamos con 615 personas laborando en este hospital, en su mayoría en puestos operativos y asistenciales. Tenemos personal de almacén, bodega, financiero y administración, pero el 99 por ciento es meramente asistencial.
Es decir que están en los servicios, que atienden a los pacientes directa o indirectamente, así como los servicios de alimentación, mantenimiento, servicios generales, informática, con un equipo multidisciplinario.
Este hospital cuenta nutrición, sicología, trabajo social, nuestro equipo de atención al usuario, laboratorio clínico, entre otros.
¿Cuántas personas han sido atendidas en este lugar?
En este año hemos atendido a más de 7 mil 500 personas, entre asintomáticas, leves, moderadas y severas que han atravesado la enfermedad de una manera crítica en nuestra unidad de cuidados intensivos. Realmente ha sido una lucha impresionante contra el COVID-19.
Este ha sido un proceso de mucho aprendizaje, de mucha lectura para manejar esta enfermedad, tratamos de ser muy cálidos.
Hemos tenido pérdidas humanas en este hospital, sin embargo, estamos muy satisfechos de los pacientes recuperados que han ganado la batalla y han regresado a sus hogares.
En una palabra, ¿cómo definiría este año?
Fortaleza.
Hemos tenido que pasar retos, alejarnos de nuestras familias y ser fuertes. Eso nos ha enseñado esta pandemia y este año de servicio.
Estamos muy agradecidos con Dios por la oportunidad de servir, estar con vida y haber dejado un legado en este país.
#VacunaCOVID19 💉
FASE 1| Subfase 1D. Bomberos, paramédicos, rescatistas, trabajadores de funerarias y personal que trabaja en asilos.Cuando sea tu momento, #Vacúnate#LaPrevenciónIniciaContigo pic.twitter.com/1Me6y9t0km
— Ministerio de Salud Pública (@MinSaludGuate) March 20, 2021
Atención médica
Melvin Pacheco, médico general encargado de la emergencia del centro asistencial, contó que la trayectoria de este lugar fue muy difícil, porque nadie en el mundo estaba preparado para una pandemia de esta magnitud.
¿Cómo fue el reto para el cuerpo médico ante la pandemia?
Fue un gran reto. Con la falta de conocimiento como tal, eso era para todo el mundo, pero con la actitud de ayudar, con lo poco que sabíamos, a la mayoría de personas que requerían de nuestro servicio.
Durante este año he aprendido mucho. Me tocó vivir las dos facetas, como médico tratante de COVID-19, y como un paciente. Este año me infecté, el 9 de enero di positivo.
Lastimosamente se complicó mi estado y estuve ingresado 25 días, de los cuales 12 pasé en el intensivo. Fue bastante duro, porque a los 15 días ingresaron a mi mamá y mi hermana, con oxígeno.
Lo más duro es la impotencia que uno siente al estar postrado en una cama y no poder ayudar a su familia.
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— Ministerio de Salud Pública (@MinSaludGuate) March 20, 2021
Atención sicológica
Daniel Rivera, coordinador de la Unidad de Psicología del nosocomio, manifestó el apoyo que brindan a los pacientes que se encuentran en este lugar, para mejorar su salud, debido a que tanto la salud física como la mental están vinculadas en la recuperación de los enfermos.
¿Cuál es el apoyo que ustedes brindan a los pacientes?
El acompañamiento emocional que se da los pacientes que ingresan al hospital es desde la entrada, sin importar si quedarán hospitalizados o solo se realizarán un hisopado.
Los pacientes siempre van a presentar cuadros de ansiedad antes de realizarse una prueba de COVID-19. Nosotros le llamamos momento cero cuando no saben si se van a quedar en el nosocomio o se regresarán a su casa, es entonces que damos el acompañamiento emocional.
Al encantamiento ingresan con un plan educacional que nos ha ayudado a reducir los cuadros de ansiedad. Durante su estadía los pacientes tienen un acompañamiento de dos o tres intervenciones por semana, es decir que tienen una asistencia de hasta ocho veces en el centro asistencial.
Cuando se les dará el alta se les brinda acompañamiento emocional para su retorno a casa.
Trabajamos la reducción de ansiedades, los cuadros antidepresivos y, cuando un paciente es trasladado a intensivo, también se prepara emocionalmente para ello.
También abordamos a las familias desde que entran los pacientes y les damos ese acompañamiento.
Nosotros hacemos una conexión entre la familia y el paciente antes de ser intubado, lo que ha generado esa última comunicación, se da el tiempo para que se puedan despedir y se queden en paz.
En este lugar nos ganamos el respeto del cuerpo médico, porque nos permiten que seamos la última comunicación ates de intubarlos.
Cuando son extubados, la primera intervención es del psicólogo para regresarlo en tiempo y espacio y hacer una nueva conexión entre la familia y el paciente, porque es casi como que él estuviera resucitando y la familia le da la bienvenida.
¿Cómo ve la mejoría de los pacientes?
Tener COVID-19 deprime a los pacientes, durante la recuperación la parte emocional ha sido fundamental. Un paciente que no es abordado tiende a deprimirse y su cuadro, a empeorar cada día más.
¿Cuántas personas han atendido?
La última data nos indica que hemos hecho más de 6 mil intervenciones sicológicas, pero llevamos más de 4 mil pacientes que fueron abordados más de una vez.
En cuanto a los niños, que han acudido en menor cantidad, tienen mayor incertidumbre y fueron abordados junto a sus padres.
¿Cómo surge esta estrategia?
Nosotros no sabíamos a los cuadros que nos íbamos a enfrentar. Sí sabíamos que iban a presentar ansiedad y se iban a deprimir, que habría miedo y angustia.
Conformamos un equipo con el cual fuimos implementando las estrategias, iniciando con un semáforo emocional, que fue con la evaluación de los pacientes y colorarles un color.
Atención fisioterapeuta
Carlos Fernández, coordinador del Área de Medicina Física y Rehabilitación del hospital, señaló que brindan atención con fisioterapia de respiración a los pacientes ingresados de los diferentes niveles.
¿Cómo es la atención que les brindan a los pacientes?
El componente de rehabilitación es novedoso en los centros asistenciales para enfermos de COVID-19. La visión que tuvieron las autoridades del hospital desde un inicio fue que la atención que brindemos a los pacientes sea lo más integral con un enfoque terapéutico que se les brinda.
Esta área se encarga de mantener a los pacinetes, en tanto ellos no lo puedan hacer por sus propios medios. Cuando salen de la ventilación mecánica estén con sus sacos de movilidad conservados y que el proceso de rehabilitación posterior sea mucho más corto.
Este centro ha tenido la bendición de desconectar pacientes y que no salen en silla de ruedas, sino caminando, porque pasan por el proceso de rehabilitación.
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AGN. /mv/km/dm