Madrid, dic (EFE).- Convertido ya en uno de los dispositivos más populares, el teléfono móvil va también camino de ser la principal vía de entrada de las ciberamenazas, porque viaja siempre con su propietario y está por lo tanto muy expuesto, y porque, a diferencia de los ordenadores, apenas tiene paquetes de seguridad y de protección instalados.
Así lo perciben los expertos y las empresas especializadas, que al hacer un análisis de las ciberamenazas que más han proliferado durante 2021, y las que previsiblemente más se van a extender durante 2022, apuntan siempre al teléfono móvil como el objetivo principal por el que los delincuentes van a tratar de estafar a los usuarios.
Está ya ocurriendo con los programas malignos (el malware) diseñados específicamente para atacar los móviles, en los que esos programas consiguen camuflarse de aplicación legítima para robar los datos -sobre todo los bancarios- desde sus dispositivos, según datos de la multinacional del sector Entelgy, especializada en nuevas tecnologías y ciberseguridad.
Riesgos identificados
Esta compañía ha observado que los ransomware (programas diseñados para secuestrar y chantajear) han sido los ciberataques más predominantes en 2021 y volverán a serlo el próximo año, y ha incidido en la multiplicación de estos riesgos a causa de la cada vez mayor digitalización de la sociedad, acelerada además a causa de la pandemia.
Sus datos ponen de relieve también la importancia del phishing (la suplantación de una página de internet por otra prácticamente idéntica en la que los usuarios introducen sus datos y realizan transacciones) o la relevancia de los ataques de denegación de servicios que persiguen inhabilitar un servidor, un servicio o una infraestructura para que deje de funcionar correctamente.
Las filtraciones, las brechas de datos y los robos de información para lograr datos confidenciales han crecido también de forma exponencial a causa del covid, y los delincuentes han puesto en el punto de mira a los organismos y a los centros dedicados a la investigación para intentar sustraer datos de rastreo, de pruebas o de pacientes.
En el mismo sentido, la empresa Qualiteasy subrayó que el estallido de la crisis sanitaria desencadenó una oleada de ciberataques y apuntó que los intentos por parte de los “hackers” de robar datos e información confidencial de grandes empresas han aumentado en el mundo un 93 por ciento con respecto a los datos de 2020.
Aumento de ciberataques
Una gran parte de ese aumento de los ataques se ha debido al modelo híbrido de trabajo (presencial y en remoto) como consecuencia de la pandemia, según esta empresa, que aseguró que este sistema ha repercutido de una forma negativa en la eficiencia de los sistemas de seguridad de las empresas.
Y tras augurar que en 2022 van a volver a proliferar el phishing y el ransomware, la empresa ha alertado que los delincuentes están focalizando sus ataques en los teléfonos móviles y del aumento de una nueva forma de atacar a los usuarios, el SMSishing, un sofisticado sistema que trata de engañar a los usuarios y de llevarles a sitios fraudulentos pinchando en enlaces que entran a través de los mensajes de texto.
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