Redacción Ciencia, 22 jun (EFE).- El centro de la Vía Láctea hay un agujero negro supermasivo, Sagitario A*, que salió de su letargo espacial hace 200 años para devorar gas y otros desechos cósmicos que se encontraban en su vecindario.
El descubrimiento, que publicó este miércoles Nature, fue posible gracias a los datos recogidos por el telescopio IXPE de la Nasa en los que se basa un equipo internacional encabezado por la Universidad de Estrasburgo, en Francia.
Sagitario A* se estima que es 4 millones de veces más masivo que el Sol, pero es mucho menos luminoso que los agujeros negros de otras galaxias observadas hasta hoy, lo que sugeriría que no ha absorbido activamente material de su alrededor.
New soundtrack! 🎶
Imagery from @NASA's IXPE and @chandraxray observatory have been combined to create a sonification of the area around the supermassive black hole at the core of the Milky Way.
The data suggests the sleeping giant woke recently >> https://t.co/r1cKYUmRaG pic.twitter.com/h7iS0CXV7Y
— NASA Marshall (@NASA_Marshall) June 21, 2023
El despertar de un devorador masivo
Sin embargo, los datos de IXPE sugieren que este enorme agujero se despertó a comienzos del siglo XIX. Además, que durante un año se tragó a los objetos cósmicos que transitaban lo bastante cerca de él.
Tras ese período de actividad, Sagitario A* volvió a su estado de tranquilidad, explicó el francés Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS).
En la Tierra no se sitió ningún efecto, pues el agujero negro está ubicado a más de 25 mil años luz del planeta.
Aunque, un eco de rayos X emitido hace unos 200 años ha sido captado ahora.
Los astrónomos usaron datos de IXPE que revelaron una emisión de rayos X relativamente reciente procedente de gigantescas nubes de gas en las cercanías del agujero.
Oculto en nubes moleculares
La mayor parte de las nubes cómicas, llamadas nubes moleculares, son frías y oscuras. Por ello, sus rayos X deberían ser débiles, pero en el caso de la cercanas a Sagitario A* brillaban de forma muy luminosa.
Una de las hipótesis es que estas gigantescas nubes moleculares eran tan brillantes porque se hacían en eco de un destello de luz de rayos X de hace mucho tiempo.
El autor principal del estudio, Frédéric Marin, del Observatorio Astronómico de Estrasburgo, dijo:
Indica que nuestro agujero negro negro supermasivo no estaba tan tranquilo hace unos siglos.
For #WorldMusicDay, take a listen to R Aquarii!
Using data from Hubble and @ChandraXRay, this sonification represents information in this cosmic view as sound, giving us a new way to experience the image.
Listen to more sonifications here: https://t.co/rHFkJHCSbw pic.twitter.com/smzibK0LWE
— Hubble (@NASAHubble) June 21, 2023
El equipo descubrió que los rayos X de las nubes moleculares son en realidad luz reflejada producida por un intenso resplandor de corta duración originado en la proximidades del agujero negro supermasivo, probablemente causado por la acreción de parte del gas de esas nubes por Sagitario A*, indica la Agencia Espacial Italiana (ASI)
Nuevo objetivo
De modo similar, Steven Ehlert de la Nasa, precisó:
Los datos de IXPE ayudaron los investigadores a estimar la luminosidad y la duración del resplandor original. El estudio sugiere que el evento se produjo hace unos 200 años, más o menos, a comienzos del siglo XIX.
El próximo objetivo del equipo es repetir las observaciones y determinar los mecanismos físicos necesarios para que un agujero negro pase de un estado de somnolencia a otro de actividad.
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dc/dm