Washington, 5 nov (EFE).- Dos intentos de asesinato, un expresidente pendiente de juicios que podrían enviarlo a prisión, la primera mujer afroamericana en liza o la guerra en Ucrania y Gaza han hecho de la carrera presidencial a la Casa Blanca una campaña especialmente insólita en Estados Unidos.
Este martes, millones de estadounidenses están convocados en unas elecciones en las que el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021) y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, están prácticamente empatados en intención de voto.
Estas son algunas claves de los comicios:
El no candidato
Lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato. Así, con esa renuncia de Joe Biden, comenzó la actual contienda electoral.
Fue el 21 de julio, después de que personas cercanas, legisladores y miembros de su partido le pidieran la retirada. Tuvieron que pasar otros 12 días hasta que Harris logró los apoyos suficientes de su partido para postularse como nueva candidata, por lo que para los demócratas ha sido una campaña corta e intensa.
Una mujer negra y asiática
A lo anodino de la renuncia de un candidato se le sumó el hasta ahora poco común perfil de su sucesora: una mujer negra y de ascendencia india.
Y es que en casi 250 años de historia jamás una mujer negra había sido candidata. Harris toma así la senda abierta por Barack Obama, el primer presidente negro, y Hillary Clinton, la primera mujer candidata por uno de los dos grandes partidos. Y también por Shirley Anita Chisholm, la primera afroamericana que se presentó a unas primarias.
Un tiroteo que pudo costar la vida de Trump
Una semana antes de la renuncia de Biden, Trump era evacuado de un mitin en la localidad de Butler, Pensilvania, después de que se registrase un tiroteo en el que murió un asistente y el tirador fue abatido.
La imagen de su oreja ensangrentada por la bala que le rozó cuando estaba en el escenario es sin duda una de las de esta campaña y la venda con la que se cubrió la herida fue el atuendo más popular en sus mítines posteriores.
Después, en septiembre, un hombre fue detenido en las inmediaciones de su campo de golf de Florida con un rifle semiautomático con el que pretendía atacarle.
Los juicios del expresidente
Pero el hecho de que Trump sea candidato es ya insólito de por sí. El magnate neoyorquino busca la reelección con decenas de cargos en su contra en cuatro juicios.
Trump fue por primera vez acusado en marzo de 2023 por el pago de dinero para silenciar a la estrella de cine porno Stormy Daniels en la campaña de 2016. Es el único proceso por el que ha sido declarado culpable, aunque la sentencia por falsificación de registros comerciales no saldrá hasta después de las elecciones.
Está imputado además por cuatro cargos relacionados con la instigación del asalto al Capitolio de enero de 2021, en los que, según la acusación, intentó revertir los resultados de 2020 cuando perdió contra Biden.
Aparte, en Georgia se le investiga por presionar a funcionarios del Gobierno local para que alteraran los resultados en los comicios, que perdió en ese estado por poco menos de 12.000 votos.
Y por último, en Florida se le abrió un juicio por trasladar desde la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago, Florida, decenas de cajas con documentos clasificados. Tanto este proceso como los dos anteriores están estancados.
Gastos desorbitados
Las campañas se han gastado casi 1 mil millones de dólares en anuncios solo en la última semana y se calcula que más de 10 mil millones en este ciclo, casi un 20 % más que en 2020, según una análisis de AdImpact.
Esto no cuenta otro tipo de ‘gastos’ insólitos como que el magnate y dueño de X Elon Musk, que ha sido un fuerte apoyo de Trump, haya regalado un millón de dólares al día a votantes que se registren en uno de los estados bisagra y firmen una petición encubierta a favor de la campaña republicana.
Bonus track: lo no tan insólito
Al final, debido a un insólito pero ya conocido sistema electoral, las elecciones se decidirán en siete estados, los llamados bisagra.
En el resto el voto de los compromisarios que eligen al presidente ya está prácticamente decidido, pero es en Wisconsin, Míchigan, Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania, Arizona y Nevada donde se verá si Trump vuelve al Despacho Oval o EE. UU. tiene por primera vez a una mujer presidenta. EFE
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