Elmau (Alemania), 26 jun (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este domingo un proyecto para crear un cable submarino de fibra óptica que conectará Europa Occidental con Asia. Este es uno de los proyectos estrella del gran plan de infraestructuras lanzado por el G7 frente a China.
El cable de fibra óptica tendrá una longitud de 17 mil kilómetros y proporcionará conexión de alta velocidad, desde Singapur a Francia, pasando por Egipto y el Cuerno de África.
Biden explicó en una rueda de prensa conjunta con otros líderes del G7 reunidos en Elmau, Alemania, que su Gobierno ha apoyado la oferta exitosa de la compañía estadounidense SubCom por un contrato de 600 millones de dólares para construir un cable global submarino de telecomunicaciones.
Esto será esencial para responder a la demanda creciente de seguridad fiable y conectividad de alta tecnología en tres regiones clave del mundo, indicó el Presidente estadounidense.
El cable submarino es uno de los proyectos principales de la iniciativa Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión, impulsada por Washington y anunciada este domingo en la cumbre del G7 para contrarrestar el avance de China.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dice que las inversiones en infraestructuras son "cruciales" para un desarrollo sostenible y para lograr una "estabilidad global".https://t.co/SX60FqZndL
— EFE Noticias (@EFEnoticias) June 26, 2022
La inversión
El G7 tiene intención de destinar 600 mil millones de dólares a este gran plan de infraestructuras en países de ingresos medios y bajos. De estos, 200 mil millones de dólares serán aportados por EE. UU. a través de fondos públicos y privados durante los próximos cinco años, indicó Biden.
El mandatario estadounidense apuntó que las inversiones en infraestructuras son cruciales para un desarrollo sostenible y lograr una estabilidad global.
Añadió que los países en desarrollo a menudo no tienen las infraestructuras que les ayuden a paliar crisis como la pandemia. Según dijo, es por ello que sienten el impacto de manera más fuerte y les cuesta más recuperarse en un mundo profundamente conectado.
Esto no es solo una preocupación humanitaria, siguió. Es una preocupación económica y de seguridad para todos nosotros, afirmó.
Biden destacó que este plan se centra en ámbitos como la sanidad y seguridad sanitaria; asimismo, en la conectividad digital, igualdad de sexos, clima y seguridad energética.
En el marco de la iniciativa, EE. UU. quiere movilizar 335 millones de dólares en inversiones para proporcionar internet y tecnología financiera a países de África, Asia y Latinoamérica.
Además, la Casa Blanca ha anunciado que proporcionará junto con la compañía estadounidense NuScale Power 14 millones de dólares para respaldar un proyecto en Rumanía para la construcción de la primera planta nuclear con un reactor modular pequeño, es decir, con menor capacidad de generación que los de potencia tradicionales.
EE. UU. también destinará fondos para iniciativas en África, como un proyecto de energía solar en Angola o la creación de una fábrica de vacunas en Senegal.
Los líderes del G7 lanzan un gran plan de infraestructuras, impulsado por Estados Unidos, para contrarrestar el avance de China.https://t.co/pB5Sx4lpCg
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Acerca del plan
A rasgos generales, entre los pilares del plan están la lucha contra la crisis climática y la mejora de la seguridad energética. Para ello, se prevén inversiones en infraestructuras con bajas emisiones, plantas de fabricación de baterías y el desarrollo de energía limpia.
En el terreno tecnológico, contempla el desarrollo y la expansión de la tecnología de las comunicaciones y la información trabajando con proveedores de fiar que suministren 5G y 6G, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Adicionalmente, recoge inversiones en los sistemas sanitarios, vacunas y equipamiento médico, así como en la vigilancia y detección de nuevas enfermedades. Esto incluye laboratorios seguros y la prevención de pandemias futuras.
El macroplán de infraestructuras fue propuesto por Biden en la cumbre del G7 del año pasado, que tuvo lugar en el Reino Unido.
La iniciativa quiere ser una alternativa al proyecto chino One Belt, One Road (Una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda, mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia y Europa.
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