Ciudad de Guatemala, 7 sep. (AGN).- En los últimos días, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) de Guatemala ha estado en el centro de una operación diplomática sin precedentes, liderada por el ministro Carlos Ramiro Martínez.
El diplomático de 66 años ha sido la figura clave para facilitar la llegada a Guatemala de más de un centenar de presos políticos nicaragüenses, víctimas del régimen autoritario.
En entrevista con el diario español EL PAÍS, el ministro, Carlos Martínez, brindó detalles de una operación que llevó semanas de preparación, pero que concluyó con éxito cuando el gobierno de Nicaragua permitió la liberación de 135 personas detenidas por expresar su oposición al régimen nicaragüense.
Este acto resalta el compromiso de Guatemala con los derechos humanos, bajo el liderezgo del presidente Bernardo Arévalo.
Hace aproximadamente 10 días, una comunicación de la Embajada de Estados Unidos solicitó una reunión con el presidente Arévalo. En ese encuentro, los representantes estadounidenses plantearon la posibilidad de que Guatemala se convirtiera en un refugio temporal para los presos políticos nicaragüenses que podrían obtener su libertad.
Según Martínez, el presidente Arévalo no dudó en aceptar la propuesta.
Lo hemos hecho por solidaridad, afirmó el ministro, destacando que Guatemala no busca obtener beneficios a cambio. Sin embargo, este gesto solidario ha sido ampliamente aplaudido por la comunidad internacional, que reconoce la valentía del Gobierno guatemalteco en un contexto político tan delicado.
¿Por qué Guatemala?
La elección de Guatemala como destino para los presos políticos no fue al azar, sgún explicó Martínez. La decisión fue fruto de una negociación previa entre Estados Unidos y Nicaragua, en la que se consideraron varios países antes de que Guatemala fuera el elegido.
Martínez enfatizó el compromiso del gobierno con la democracia y los derechos humanos:
El presidente Arévalo entendió perfectamente la situación y la necesidad de esta acción.
Además, Guatemala cuenta con programas de movilidad segura, facilitados por su colaboración con Estados Unidos, que permiten la entrada de ciudadanos centroamericanos en situaciones humanitarias especiales.
Este factor jugó un papel clave para acoger a los nicaragüenses, quienes ahora cuentan con un estatus migratorio humanitario que les permite permanecer en el país o eventualmente trasladarse a otros destinos.
Llegada de los presos políticos a Guatemala
El arribo de los presos políticos a Guatemala fue un momento importante. Según Martínez, funcionarios del Minex y el viceministro encargado dieron la bienvenida a los liberados en el aeropuerto La Aurota.
Para muchos de los liberados, esta fue su primera experiencia fuera del régimen opresivo. La liberación fue un alivio después de meses o incluso años de encarcelamiento injusto. Sin embargo, el ministro también destacó los temores naturales que aún persisten entre los liberados, quienes han enfrentado un largo y doloroso proceso de persecución.
Un proceso coordinado
La coordinación de esta operación humanitaria no solo involucró a la diplomacia guatemalteca y estadounidense. También estuvieron comprometidas varias agencias internacionales, como Acnur, OIM y Unicef.
Estas instituciones fueron clave para garantizar que los liberados, incluidos menores de edad, recibieran el apoyo necesario para adaptarse a su nueva situación.
La seguridad y el bienestar de estas personas son prioritarios, y el Gobierno guatemalteco ha trabajado de la mano con estas agencias para asegurar que los nicaragüenses tengan acceso a recursos esenciales durante su estancia en el país.
Derechos humanos y la postura de Guatemala
La postura oficial de Guatemala frente a la crisis en Nicaragua es clara: el Gobierno guatemalteco está profundamente preocupado por las violaciones a los derechos humanos en el país vecino.
El canciller recordó:
Este gobierno ha regido su actuación en medio de un marco de compromiso con la democracia
Martínez enfatizó que la democracia no solo se refiere a elecciones, sino también a la creación de espacios de libertad y apertura, algo que actualmente está ausente en Nicaragua.
Uno de los aspectos más destacados de esta operación es la afirmación de Martínez de que Guatemala no espera recibir nada a cambio de su acción humanitaria:
Lo hicimos con un ánimo humanitario, un ánimo de hermandad hacia vecinos centroamericanos.
También rechazó las especulaciones de que Guatemala podría estar buscando beneficios políticos o económicos de Estados Unidos.
Acción resalta liderazgo de Guatemala
Este gesto ha reforzado la imagen de Guatemala como un aliado clave de Estados Unidos en la región, y ha demostrado el compromiso del país con los principios democráticos y los derechos humanos en un contexto regional cada vez más complejo.
La operación que permitió la liberación de más de un centenar de presos políticos nicaragüenses marca un hito en la política exterior de Guatemala.
Con el liderazgo del presidente Bernardo Arévalo y del ministro Carlos Ramiro Martínez el país ha asumido un papel activo en la defensa de los derechos humanos.
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