Ciudad de Guatemala, 5 may (AGN).- El presidente Bernardo Arévalo, en cadena nacional, señaló que el cargo de fiscal general no rinde cuentas y depende de sí mismo, y que se buscará enmendar la situación.
El mandatario indicó que la posición de su gobierno es que se debe hacer una reforma que restablezca los parámetros de la Constitución para la remoción del fiscal general, mientras se preserva la autonomía del Ministerio Público.
También indicó que presentará una iniciativa de ley ante el Congreso que busca que el Ministerio Público no vuelva a ser utilizado como un arma política por ningún gobierno.
El blindaje actual del cargo surge de una reforma a la Ley Orgánica del Ministerio Público, la cual indica que quien sea fiscal general solo podrá ser removido del cargo si hubiere una sentencia en firme en su contra por la comisión de delitos, situación que se entorpece a sí misma, dado que quien esté en ese cargo lidera al ente investigador del país y a la vez posee inmunidad, que dificulta que en algún momento se cumpla la condición para su destitución o remoción.
El presidente Arévalo consideró que se debe restituir el orden jurídico y para ello se debe tener un proceso apegado a la Constitución de la República. Por consiguiente, indicó que los diputados del Congreso de la República deberán atender una gran responsabilidad con la ciudadanía.
Demanda ciudadana
El gobernante recordó que la ciudadanía se ha expresado en contra de la fiscal general, Consuelo Porras, de diferentes maneras. Por lo que urgió a los diputados a atender el asunto, ya que el pueblo sabrá reconocer a quienes estén de su lado, y juzgar a quienes le den la espalda.
A pesar de las decisiones que hemos tomado, del trabajo intenso que hemos llevado adelante en estos meses, sobrevive una minoría necia, empecinada inútilmente en que las cosas sigan como venían.
Arévalo recordó la defensa de la democracia demostrada por los guatemaltecos en 2023. Reiteró que su elección es un mandato para luchar contra la cooptación del Estado.
La remoción de Consuelo Porras del cargo de fiscal general es un paso imprescindible en esta dirección.
“Minoría que abusa”
Arévalo se refirió a una minoría que abusa de este poder para amenazar, para chantajear, para intimidar, para extorsionar, para perseguir, e incluso para castigar a quienes se han organizado en este esfuerzo de transformación, enfatizando en la permanencia de Consuelo Porras como fiscal general del Ministerio Público.
Además, repudió que se utilicen las herramientas del ente investigador para perseguir a quienes luchan por la transparencia.
¿A cuántos funcionarios corruptos no hemos visto salir libres gracias a la colusión de funcionarios de justicia puestos al servicio de la impunidad?
También señaló la ausencia de investigaciones en casos de corrupción y que cuando hay avances es para dejar libres a los responsables de la corrupción sin límites.
El oscuro ciclo de Consuelo Porras debe terminar ya.