Bilbao (España), 27 jun (EFE).- El bioquímico estadounidense David Baker ha conseguido fabricar proteínas desde cero, algo que hace no tanto parecía una locura, pero hoy es una revolución en sí misma que ya ha conseguido una vacuna contra el coronavirus y otras terapias llegarán en los próximos años.
Baker (1962), de la Universidad de Washington, es uno de los galardonados este año con el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento en Biología y Biomedicina, junto a Demis Hassabis y John Jumper, CEO e investigador, respectivamente, de la compañía de inteligencia artificial DeepMind de Google.
Baker ha ido un paso más allá y con el software RoseTTAFold se pueden diseñar proteínas que no existen en la naturaleza, desde cero, lo que describió, en una entrevista a EFE, como una revolución en sí misma.
#PlanHambreEstacional | El #MSPAS te comparte los pasos en beneficio para combatir la desnutrición y garantizar la protección de la población guatemalteca a través del Sistema de Alertas Temprana y Prevención de la Desnutrición.#UnidosContraLaDesnutrición pic.twitter.com/k0F5VFZtXT
— Ministerio de Salud Pública (@MinSaludGuate) June 26, 2023
Necesidad de controles
Durante años, el diseño de proteínas de novo, es decir, desde cero, se veía como una locura. Hasta hace muy poco se usaban las proteínas de la naturaleza o se incorporaban pequeños cambios en las mismas, para crear medicamentos.
El bioquímico reconoció que en toda nueva tecnología existe el potencial de darles un mal uso, por eso hay que pensar en esas posibilidades e implantar salvaguardias contra esos peligros.
#MSPASComparte | Usuarios farmacéuticos comparten sus experiencias exitosas en base a la Transformación de la Autoridad Reguladora Nacional de Productos Farmacéuticos y Afines. pic.twitter.com/ZXi9Zf9bJo
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Sobre la posibilidad de que esta técnica sirviera para crear algún virus peligroso, dijo que de esos ya ha habido en la historia, como la gripe española, cuya secuencia es pública.
El mundo ya conoce virus muy muy peligrosos, así que no necesitas un diseño de proteínas para hacerlo, porque esa es información ya pública.
Tanto RoseTTAFold, como AlphaFold2 de DeepMind. El cual ha resuelto la forma de millones de proteínas, están basados en la inteligencia artificial denominada de aprendizaje profundo.
El proceso de predecir la forma de una sola proteína supone años de complejo trabajo, pero gracias a la IA es cuestión de minutos u horas.
Baker cree que pausar el desarrollo de la IA por un tiempo como algunos piden para analizar sus riesgos sería un error, pero sí consideró que hay que vigilar lo que está ocurriendo y pensar en lo que podría ocurrir.
En todo caso, consideró que él está trabajando en el lado bueno de la IA.
Así lo siento. Siento que estamos utilizando la inteligencia artificial para hacer que el mundo sea un lugar mejor.
Personal del Hospital Nacional de Jalapa, a través del programa Educación Continua, fue capacitado sobre el protocolo de atención adecuada para pacientes víctimas de violencia sexual y maltrato infantil. pic.twitter.com/MIYXQfUMyc
— Ministerio de Salud Pública (@MinSaludGuate) June 26, 2023
Herramientas de entornos diferentes
RoseTTAFold y AlphaFold son herramientas de acceso libre para la comunidad científica, pero vienen de entornos diferentes. El de Baker es de la Universidad de Washington, que es pública, el otro pertenece a una empresa privada.
El bioquímico explicó que para lograr una proteína de diseño, por ejemplo contra el cáncer, no solo hay que pedírsela al software. Primero hay que tener una idea de qué proteína de la célula cancerígena se quiere atacar y qué se quiere que ocurra después de dirigirse contra ella.
El diseño puede tardar cuatro o cinco días y otro par de semanas fabricar la proteína y testarla. Así que, sí, lleva un cierto tiempo y el camino no acaba ahí.
Luego hay que hacer ensayos clínicos para asegurarte de que es una proteína segura y tienes que convencer a las agencias reguladoras de medicamentos.
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