Ciudad de Guatemala, 8 sep (AGN).- Casa en orden, un buen matrimonio, un hijo guapo y listo para la fiesta de Nuestra Señora del Carmen. Sus padres, Petrángela y Felipe Alvizures lo quieren por berrinchudo… Es el contexto del cuento El espejo de Lida Sal.
Es un relato que sabe a hogar, a riqueza y acomodo… pero también a amoríos secretos de una mulata, Lida Sal, perdidamente enamorada de Felipito, la joya de la corona. Él no lo sabe, pero Lida Sal sí… y lo ama secretamente.
El espejo de Lida Sal forma parte de las letras inmortales de Miguel Ángel Asturias, premio Nobel de Literatura 1967.
Y en este Año de Miguel Ángel Asturias (1924-25) recordamos este relato muestra del ingenio del Gran Moyas. Y él conoce muy bien a mulatos, blancos y demás pobladores de esta tierra… y de todas las tierras que no tienen existencia real.
En el cuento mencionado, Asturias describe así la casa de Felipito, el delfín de la casa:
Los muertos que sueñan que no están muertos son los que deambulan fuera de sus tumbas.
— Miguel Angel Asturias, elgranlengua.blogspot.com (@MAA_Nobel67) November 2, 2019
En una de esas desesperadas horas de calor y escasez de aire, volvió a casa doña Petronila Ángela, a quien unos apelaban así y otros Petrángela, esposa de don Felipe Alvizures, madre de varón y encinta de meses. Doña Petronila Ángela hace como que no hace nada para que su marido no la regañe…
Y un poco más allá aparece Lida Sal, mulata criada sin un penique y sin presente, pasado ni futuro. Lava los trastos en casa ajena, en un comedor, y su ropa tiene más remiendos que un harapiento… pero sueña con el amor de Felipito.
¿Pero cómo conseguirlo? Y aparece en escena un ciego, que no ve pero sabe, intuye los deseos de Lida.
Lida Sal, una mulata más torneada que un trompo, seguía con la oreja, no en lo que hacía, sino en la cháchara del ciego Benito Jojón y un tal Faluterio, encargado de la fiesta de la Virgen del Carmen.
Y son las fiestas del Carmen las que supuestamente le traerán suerte a la mulata. Porque los trajes de los Perfectantes, los puros de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, tienen que ser vestidos por galanes, guapos y con aire de perfectos.
Dormir con el traje
Y Lida Sal convence al ciego de ayudarla a conseguir el amor de Felipito. ¿Y qué mejor que viviendo la magia de ponerse el traje de Perfectante que él lucirá el día de las fiestas carmelitas? Porque los padres de Felipito están contentísimos de que su hijo luzca uno de esos hermosos trajes en las fiestas de la Virgen del Carmelo.
Asturias detiene sus ojos en la apariencia de la mulata, por quien siente una especie de congoja y lástimas.
Y ella sigue enamorada, y se lo confiesa al ciego:
—Que estoy, ¿cómo le dijera?, que estoy algo prendada de un hombre y éste ni siquiera me vuelve a ver…
—¿Es soltero?
—Sí, soltero, guapo, rico… —suspiró Lida Sal—, pero qué se va a fijar en mí, friega trastes, si él es una gran cosa…
—No te des más trabajo. Sé lo que querés, pero como me has dicho que eres fregona, me cuesta pensar en que te alcance para dar la limosna de uno de los trajes de los “Perfectantes”. Son muy caros…
Y duerme con el traje, pero para que la magia del encantamiento sea completa tiene que asomarse a un espejo de cuerpo entero, vestida con el traje de Perfectante.
No tiene ni siquiera un espejito de esos que caben en las bolsas de mano de las señoras ricas.
Y Asturias la presenta desesperada porque tiene que devolver el traje elegante, caro y hermoso sin haber conseguido el amor de Felipito.
Sin traje, sin encantamiento, sin hombre rico… así se ve de desventurada. Y sigue buscando un espejo de cuerpo entero. Y el ciego pide y pide el traje porque es carísimo y ella no tiene ni para un botón, porque es pobre.
Entrevista en francés: “Sr. Asturias, ¿Cuál considera usted es el mayor logro de la civilización maya?” #MiguelAngelAsturias #PremioNobel #Guatemala pic.twitter.com/O98prX9dho
— Miguel Angel Asturias, elgranlengua.blogspot.com (@MAA_Nobel67) October 19, 2020
Un espejo de cuerpo entero
Entre reclamo y reclamo, Lida Sal busca un espejo y corre al campo. Y allí encuentra uno de cuerpo entero: un cuerpo de agua mitad laguna mitad poza traicionera.
Si logra verse de cuerpo entero en este espejo entonces habrá conseguido el amor de Felipito. Cuerpo entero, piel entera… con todo y traje cae al agua y se ahoga hundida por el peso de la ropa.
Deslizó un pie hacia el extremo para recrearse en el vestido que llevaba, lentejuelas, abalorios, piedras luminosas, galones, flecos y cordones de oro y luego el otro pie para verse mejor y ya no se detuvo, dio su cuerpo contra su imagen, choque del que no quedó ni su imagen ni su cuerpo.
Como en la mayoría de sus relatos, Asturias termina narrando que en noches de luna llena flota en la superficie del cadáver de la mulata desafortunada. Ese cuerpo de agua se llamó por tradición Espejo de Lida Sal.
Se notan en el relato completo ricas descripciones de rostros, haciendas, campo, siembras, animales y personas. Y esta descripción magistral de Lida Sal enamorada forma parte de esa mente prodigiosa del escritor.
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