Roma, 21 may (EFE).- Los líderes del G20, las veinte potencias mundiales, se comprometieron a reducir la desigualdad en el acceso a las vacunas de coronavirus de los países pobres y a extender su producción global, defendiendo el multilateralismo.
El G20, presidido este año por Italia, celebró su cumbre de Sanidad de forma telemática, coordinada desde Roma por el primer ministro anfitrión, Mario Draghi, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y acabó con una lista de compromisos.
Se trata de la Declaración de Roma, un compendio de dieciséis principios no solo para combatir la actual crisis sanitaria, sino también para evitar otras futuras. Y como preámbulo acuerdan defender la solidaridad, la equidad y la cooperación multilateral.
Un no al nacionalismo sanitario
Von der Leyen explicó en la rueda de prensa final que la síntesis del documento es un no al nacionalismo sanitario y una clara apuesta por la cooperación secundada por los heterogéneos países del grupo, desde Estados Unidos o la Unión Europea hasta Rusia, Arabia Saudí o China.
El primer principio promete apoyar y mejorar la arquitectura sanitaria multilateral existente de cara al futuro.
La cooperación, entre otras cosas, también pasará por invertir en una red mundial de salud, apostando por la inclusión social y la igualdad de género, así como por una política que permita compartir de forma “segura y rápida” datos y muestras en casos de crisis.
El reto de reducir la desigualdad
A fin de cuentas, sostienen en el G20, la pandemia sigue siendo una crisis sanitaria y socioeconómica global sin precedentes, para la que es preciso extender la vacunación a todo el globo.
Al día de hoy, la disparidad de la campaña sonroja. De las mil 500 millones de dosis inyectadas en todo el mundo, solo un 0.3 por ciento del total fueron a países pobres y el 90 por ciento a los países del G20. Esto se traduce en que solo el 2 por ciento de los africanos han sido vacunados, mientras que en la UE se llega al 20 por ciento, y en Estados Unidos el 40 por ciento.
El llamamiento más claro vino del director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus: El G20 tiene los medios necesarios para vacunar a todo el mundo, y el mundo no puede esperar más.
Dólares y vacunas
Para ello, los países del club, que suman el 80 por ciento de la riqueza y el 60 por ciento de la población mundial, anunciaron una larga lista de ayudas y donaciones a los países desfavorecidos y al programa mundial Covax.
La Comisión Europea donará al menos 100 millones de dosis de la vacuna a países de renta baja o media antes de que acabe el año e impulsará una iniciativa dotada con mil millones de euros para la producción de vacunas en África, que importa el 99 por ciento.
China no se quedó atrás y en el próximo trienio desembolsará tres mil millones de dólares en ayudas a países en desarrollo, anunció su presidente, Xi Jinping, que instó al mundo a cooperar y a no politizar un virus que asomó por primera vez en su país.
El presidente francés, Emmanuel Macron, adelantó la donación de 30 millones de vacunas, y la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, de otros 80 millones: La seguridad de nuestro mundo depende de lo que hagamos ahora, así que trabajemos juntos, declaró.
El Fondo Monetario Internacional ha instado al G20 a gastar 50 mil millones de dólares para garantizar la vacunación del 40 por ciento de la población mundial este año si se quiere reactivar la economía global, según dijo su directora gerente, Kristalina Georgieva.
El dilema de las patentes
Sobre la mesa también estuvo la idea de los Estados Unidos de Joe Biden de suspender las patentes de la vacuna. Italia apoyó la iniciativa, si es temporal, así como Francia, y la Organización Mundial del Comercio convocará una cumbre urgente sobre la cuestión.
En la Declaración se pasa por encima y siempre con la palabra voluntaria por delante: se apuesta por acuerdos de licencia voluntaria de propiedad intelectual, transferencia voluntaria de tecnología y de patentes comunes mutuamente acordadas.
Para el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, invitado permanente del G20, la revelación de las patentes es solo “una parte de la ecuación” que debe sumarse a la transmisión de tecnología, la eliminación de barreras productivas y a una distribución más rápida.
Von der Leyen dijo estar a favor de la flexibilidad en lo que a las patentes se refiere, pero siempre garantizando el sistema de la propiedad intelectual.
Hacia la era de las pandemias
En el foro, representantes de la comunidad científica internacional pidieron más inversión en investigación para poder prevenir futuras emergencias, porque se está entrando en la era de las pandemias, según han escrito veintiséis científicos del mundo.
Los esfuerzos de hoy para afrontar la COVID-19 deberían incluir inversiones y respuestas con el mayor potencial posible, reclamaron.
Pero para reducir el riesgo de futuras pandemias también se debe atajar el vínculo entre “crisis sanitaria, pobreza, desigualdad estructural y degradación medioambiental”, sentenciaron.
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