Ciudad de Guatemala, 6 oct (AGN).– El Ejecutivo presentó la iniciativa de ley antipandillas, conocida como Iniciativa de Fortalecimiento Penitenciario y de Tratamiento ante Grupos Delictivos Organizados u Organizaciones Criminales Autodenominadas Maras o Pandillas, la cual plantea la creación de una cárcel especializada para personas vinculadas a estructuras criminales. Esta propuesta también contempla reformas al Código Penal, Código Procesal Penal, Ley Contra la Delincuencia Organizada y Ley de Terminales Móviles, con el objetivo de endurecer las medidas de control y seguridad dentro del sistema penitenciario.
Esta iniciativa de ley es impulsada por el Ejecutivo y presentada a través del Ministerio de Gobernación (Mingob).
Una cárcel con control total y máxima vigilancia
La viceministra de Antinarcóticos, Claudia Palencia, explicó que este nuevo centro penitenciario se diseñará con estrictas medidas de seguridad para impedir que los privados de libertad continúen dirigiendo delitos desde el interior. Entre las disposiciones más relevantes se incluye la prohibición del ingreso de encomiendas, así como la construcción de celdas con capacidad máxima de dos personas.
Además, se implementará un sistema de registro y control de visitas, que permitirá la identificación facial y de voz tanto de los internos como de las personas que los visiten. Este mecanismo permitirá al Ministerio de Gobernación contar con una base de datos de voces para facilitar investigaciones en casos de delitos como extorsión, intimidación o amenazas relacionadas con estructuras pandilleras.
El @mingobguate presentó la Ley Antipandillas como una iniciativa clave para fortalecer la gobernabilidad y garantizar la seguridad ciudadana.
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— Secretaría de Comunicación Social (@SCSPGT) October 6, 2025
Atención médica y audiencias dentro del penal
La propuesta contempla la instalación de un centro asistencial médico dentro del recinto, con el fin de evitar la salida de los privados de libertad. Asimismo, las audiencias judiciales se realizarán a través de videoconferencias para garantizar que los internos no abandonen el centro y así reducir los riesgos de fuga o comunicación ilícita.
Otro de los aspectos destacados de la iniciativa es la incorporación de tecnología avanzada, con un sistema de cámaras monitoreadas desde un centro externo las 24 horas del día, los siete días de la semana. Esto permitirá supervisar no solo a los reclusos, sino también al personal penitenciario a cargo del recinto.
En cuanto a las visitas, estas se realizarán bajo estricto control, ya sea a través de vidrios o videollamadas, para evitar el contacto directo y garantizar un mayor nivel de seguridad.
Con esta iniciativa, el Gobierno busca fortalecer el control penitenciario y neutralizar la operación de grupos criminales desde las cárceles. La propuesta representa un paso importante en la lucha contra las pandillas y la delincuencia organizada, reforzando el compromiso del Estado en la protección ciudadana y el orden público.
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