Ciudad de Guatemala, 27 ago (AGN).- La Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt), junto a cooperantes privados como Fundación Rozas Botrán, Canella, Banco Industrial y demás autoridades realizaron la premiación del certamen fotográfico Fotocyt 2025.
La secretaria de Senacyt, Gabriela Montenegro, compartió durante su discurso que la ciencia va más allá de los laboratorios, puede entenderse desde lo cotidiano, con un lenguaje universal que ofrezca una mirada distinta del mundo.
En el certamen Fotocyt se premiaron 12 ganadores y 24 finalistas, seleccionados entre los mil 123 participantes de todo el país. Según la secretaria Montenegro, esta cifra es un mensaje de esperanza de que en Guatemala hay interés, talento y artistas que con un lente en la mano se convierten también en embajadores de la ciencia.
Las fotografías premiadas en el Fotocyt 2025
Mujeres de maíz (Clelia Renata Flores Rosales): La división precisa de la mazorca no es solo un acto estético, sino una ventana a los detalles de su crecimiento, esos indicadores silenciosos que susurran sobre su bienestar. Cada grano, cada fibra, se convierte en un símbolo de la vida, recordándonos la importancia de nutrir y cuidar. Una pieza que nos conecta con nuestras raíces, con la sabiduría ancestral y con la esencia de la vida.
Atención (Luis Pablo Yax Medrano): Nos invita a detenernos y admirar la antera del estambre de una hierba, tan común en cualquier jardín guatemalteco.
Hongos a través de láminas que muestran basidiósporas (Leding Daniel Zeceña Alarcón): Con la precisión de un microscopio electrónico, la fotografía nos sumerge en el mundo de los hongos, revelando sus basidiósporas a través de láminas.
Árboles de metal (Ricardo Javier Paz): Ilustra la sinergia entre tecnología y naturaleza en un intento de coexistencia armónica. Árboles y estructuras de acero, surgidos de la misma tierra, cohabitan para generar electricidad. Esta fotografía simboliza el esfuerzo de Guatemala por integrar energías renovables y construir una red de producción eléctrica sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Tejido de vida (Barbara Mariel Recinos): La micrografía de una hoja de Elodea a 40x de aumento revela su epidermis: una red ordenada de células alargadas y cristalinas.
Topografía de lo incierto (Brandon Estuardo Cao): Un grupo de amigos en busca de respuestas sobre cuerpos geológicos. Guatemala exhala su historia tectónica, cenizas petrificadas como páginas abiertas, dunas que guardan el pulso de erupciones ancestrales. En un paisaje dominado por la niebla, donde el horizonte se diluye y las formas se desdibujan, un explorador avanza hacia lo desconocido.
Paralelismo celular y astronómico (Luisa Fernanda Jiménez): Revela un conjunto de tejidos bajo una técnica de tinción, donde se distinguen elementos del tejido conectivo y del sistema nervioso periférico.
La fuerza del cielo (Mirna Verónica Ortiz): En julio de 2023, una tormenta eléctrica sobre el volcán de Agua capturó la atención de la comunidad fotográfica.
Eco del sol (Diego Herrera Reno): Captura un instante de luz viva, casi palpable. Transforma una escena ordinaria en un símbolo, sugiriendo que los rayos del sol no se limitan a iluminar, sino que reverberan visualmente sobre las superficies.
Mujer trabajadora (Cristian Orlando Pérez): Representación de una mujer trabajadora que transporta sobre su cabeza manojos con hojas de bijao, recién recolectadas en las primeras horas de la mañana.
Lirio a Contraluz (Mayra Sofía Lix): Esta es una de las cinco hojas de un lirio, resultado de un proceso de secado natural que ha conservado su tenue tono amarillo. Es un objeto de dualidades: frágil y delicado al tacto, pero a la vez resistente en su anatomía.
Anatomía de un tallo (Irene Marisol Cal): Muestra un corte transversal del quinto entrenudo de la angiosperma salvialeucantha.
Lea también:
Jornadas de salud, foros y talleres en el marco del Mes de la Salud Reproductiva en Zacapa
ca/dc/dm