Bruselas, 28 jul (EFE).- El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, afirmó este lunes que el acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) abre la vía a una colaboración estratégica en ámbitos como el acero y el aluminio, que puede materializarse en una alianza de los metales.
Aporta una estabilidad renovada y abre la puerta a la colaboración estratégica, indicó Sefcovic en una rueda de prensa sobre el pacto anunciado el domingo en Turnberry (Escocia) por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de EE. UU., Donald Trump.
El comisario destacó que el acuerdo contempla claras perspectivas de actuación conjunta en materia de acero, aluminio, cobre y sus derivados, en lo que consideró una alianza de los metales.
A través de ello, prevén crear un cerco conjunto en torno a sus respectivas economías mediante cuotas a niveles históricos con trato preferencial y establecer un enfoque común ante el exceso de capacidad.
Además, Sefcovic comentó:
Ha quedado muy claro que, en lo que respecta al acero y los metales, no somos el problema del otro. No estamos destruyendo el sector siderúrgico de EE. UU., ni ellos el nuestro. Además, somos muy complementarios, y sé que Estados Unidos necesita mucho nuestro acero.
.@WhiteHouse: El presidente Trump aseguró un acuerdo comercial grande y poderoso entre Estados Unidos y la Unión Europea.
La U.E. hará:
-Una inversión de $600 mil millones en EE.UU.
-Una compra de $750 mil millones de energía estadounidense.
-Apertura de mercados para EE.UU. pic.twitter.com/Pi3rwWkbdv— USA en Español (@USAenEspanol) July 28, 2025
Acuerdo evita una guerra comercial
El comisario eslovaco explicó que, dada la profundidad de la integración y la dependencia mutua de las economías comunitaria y estadounidense, era esencial tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien, para calibrar un resultado que funcione tanto para la UE como para EE. UU. y que garantice que el comercio entre nosotros pueda continuar.
Detengámonos un momento y consideremos una alternativa. Una guerra comercial puede parecer atractiva para algunos, pero conlleva graves consecuencias, aseveró.
Asimismo, dijo que si hubiera salido adelante un arancel estadounidense del 30 %, en lugar del 15 % acordado, nuestro comercio transatlántico se detendría, poniendo en peligro cerca de cinco millones de puestos de trabajo, incluidos los de las pymes.
Nuestras empresas nos han enviado un mensaje unánime: evitemos la escalada y trabajemos por una solución que suponga un alivio inmediato, apuntó.
Aún queda trabajo pendiente
Sefcovic recordó que el acuerdo no solo aborda los aranceles actuales sino también los que puedan aplicarse próximamente a los productos farmacéuticos, los semiconductores y la madera.
El acuerdo de Escocia fija un techo arancelario único del 15 % y aranceles cero en diversos productos, así como compras estratégicas europeas valoradas en 750 mil millones de dólares de gas, petróleo, energía nuclear o chips de inteligencia artificial.
También contempla inversiones en la economía estadounidense de 600 mil millones de dólares y un incremento de las adquisiciones de material militar de EE. UU.
Otro aspecto que Sefcovic puso de relieve es que, con el acuerdo, el actual arancel del 27.5 % a los automóviles europeos se reduce al 15 %.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea encargado de Prosperidad y Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, señaló en redes sociales que la protección de los intereses europeos fue la única brújula de Von der Leyen en las negociaciones con Estados Unidos.
El acuerdo nos permite evitar una guerra comercial potencialmente desastrosa, consideró, aunque advirtió de que aún queda trabajo por hacer para garantizar un comercio más justo en una serie de sectores.
En especial, afirmó que es más esencial que nunca acelerar el trabajo sobre la competitividad de Europa, la reindustrialización y el ‘made in Europe’.
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