Este triunfo se suma al obtenido en 2021, cuando los Blues levantaron su primer título mundial al vencer al Palmeiras bajo el formato tradicional, donde se enfrentaban los campeones de cada confederación.
En aquella ocasión, el Chelsea logró cumplir con la deuda internacional que tenía pendiente y coronarse como el mejor club del planeta.
Ahora, cuatro años después, el equipo londinense reafirma su grandeza con una nueva conquista, esta vez en un torneo más exigente y largo, que reunió a lo mejor del fútbol mundial en una competencia estilo Copa del Mundo. Chelsea mostró carácter, profundidad de plantilla y madurez táctica para hacerse con el título y dejar claro que está listo para esta nueva era.
Con este bicampeonato, el club se une al selecto grupo de equipos que han sabido revalidar su supremacía en distintas épocas. Uno bajo el viejo modelo y otro bajo el nuevo. Un reflejo de evolución, continuidad y ambición.
Desde Stamford Bridge hasta Nueva York, la celebración no tiene fronteras. Los dirigidos por Enzo Maresca han devuelto la ilusión a los aficionados blue y han puesto al Chelsea en lo más alto del fútbol mundial nuevamente.
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