Ciudad de Guatemala, 18 jun (AGN).– El lunes 16 de junio, el equipo médico del Hospital Roosevelt marcó un hito en la historia de ese nosocomio al practicar con éxito el primer trasplante renal de un donante vivo adulto, ya que anteriormente solo habían realizado trasplante de nefrología pediátrica.
El paciente trasplantado fue un joven de 23 años, con profesión de jardinero y recibió la donación de su padre, un hombre de 45 años. La cirugía duró más de tres horas, con resultados satisfactorios, informó el dotor Hugo Mendizábal, jefe de la Unidad de Nefrología de Adultos.
Las autoridades compartieron que el joven estuvo sometido a diálisis durante mes y medio, antes de iniciar el protocolo de trasplante renal.
Posterior a la operación, informaron que el donante se encuentra en condición estable, bajo observación, con signos positivos de recuperación, y se espera que en los próximos días pueda retomar su vida cotidiana.
Trabajo multidisciplinario del Hospital Roosevelt
La cirugía de trasplante estuvo a cargo de un equipo multidisciplinario compuesto por nefrólogos, urólogos, cirujanos, anestesiólogos, farmacéuticos y personal de enfermería especializado. Además, contaron con el apoyo de especialistas del Hospital General San Juan de Dios.
Acerca de este hito, la doctora Johanna Samayoa, directora del hospital Roosevelt, compartió que el objetivo como centro de atención es ampliar los servicios y apoyar a la creciente población renal, brindándoles opciones para mejorar su calidad de vida.
Gustavo González, jefe de la Sección de Urología para adultos, explicó que el trasplante renal permite que los pacientes se reintegren a la sociedad, retomando sus estudios o trabajo y mejorando su calidad de vida.
Finalmente, las autoridades del Hospital Roosevelt informaron que continuarán con los procedimientos de evaluación para futuros trasplantes, priorizando los casos de mayor urgencia médica.
Este primer trasplante renal en adultos ofrece una alternativa accesible frente a los altos costos de estos procedimientos en el ámbito privado. Por ello, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, junto al Hospital Roosevelt, se mantiene fortaleciendo sus capacidades para atender enfermedades de alta complejidad.
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