San José, 4 may (EFE).- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se convirtió este domingo en la quinta agencia en lo que va del año de la que los esposos y copresidentes nicaragüenses, Daniel Ortega y Rosario Murillo, retiran a Nicaragua, país que se encuentra inmerso en una crisis sociopolítica y de derechos humanos .
El pasado 4 de febrero, Nicaragua anunció su salida de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y ordenó además el cierre a lo inmediato de su representación y de sus oficinas en Managua, luego de que ese organismo incluyera al país como una de las naciones con mayor hambre en el mundo. Nicaragua incluso se retiró del Consejo de Derechos Humanos el 27 de febrero, mes en el que también anunció su abandono de agencias como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
A esas agencias se le suma ahora la Unesco, a la que el Gobierno de Nicaragua le notificó sobre su retirada a la Unesco en protesta por la reciente atribución al periódico nicaragüense La Prensa del Premio Mundial a la Libertad de Prensa, que otorga dicha organización.
La FAO y el hambre en Nicaragua
Hace tres meses, el Gobierno sandinista, en el poder desde 2007, se retiró de la FAO luego de que ese organismo incluyera al país como una de las naciones con mayor hambre en el mundo.
En esa ocasión, el canciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, demandó la salida de la FAO y rechazó el informe Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024, que indica que más de 1.3 millones de personas padecen hambre en Nicaragua.
El 19.6 % de la población total de Nicaragua padece hambre, mientras el 15 % de niños menores de cinco años presentan retraso en su crecimiento por falta de una buena nutrición, según ese informe elaborado por la FAO
El Consejo de Derechos Humanos
Tres semanas después, el régimen sandinista anunció su retirada del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas tras conocer un informe del Grupo de Expertos de Derechos Humanos sobre Nicaragua, que pidió condicionar el acceso preferencial de Nicaragua al mercado de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) a parámetros de derechos humanos, e instó a demandar al país ante la Corte Internacional de Justicia por privar de la nacionalidad a al menos 452 nicaragüenses.
Nicaragua transmite su decisión soberana e irrevocable de retirarnos del Consejo de Derecho Humanos y de toda actividad relacionada con este Consejo y todos sus mecanismos satélites, anunció entonces Murillo, designada copresidenta a través de una reciente reforma constitucional.
La OIT y la OIM
Un día después, el 28 de febrero, el Ejecutivo sandinista anunció su retiro de la OIT y de la OIM, a las que acusó de actuar politizadamente prestándose a maniobras de desestabilización e injerencismo sobre Nicaragua, y de no cumplir con la misión para la que fueron creados.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega, de 79 años, fue reelegido para un quinto mandato (cuarto consecutivo), con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país, y los privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos tras acusarlos de golpistas y de traición a la patria. EFE
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