Ciudad de Guatemala 3 may. (AGN).- Este 3 de mayo, los hogares y calles de diversas comunidades guatemaltecas se llenaron de vida, color y espiritualidad con la conmemoración del Día de la Santa Cruz. La fecha, que une elementos religiosos y costumbres populares, sigue viva en el corazón del pueblo, con celebraciones que combinan devoción cristiana, tradiciones ancestrales y el reconocimiento al trabajo de los albañiles.
Desde muy temprano, los vecinos de barrios, aldeas y municipios se organizaron para decorar las calles con papel de china, flores y cintas de colores. Las cruces, muchas elaboradas con ramas y revestidas de adornos, fueron colocadas en puntos especiales de reunión, como plazas, templos y esquinas familiares.
Localidades como el centro de Mixco, Totonicapán y varias áreas de Baja Verapaz mantienen arraigada esta tradición, donde las familias se congregan para orar, compartir alimentos tradicionales y rendir homenaje a la cruz.
Las oportunidades deben estar al alcance de todos y todas. 🎓📝
El proceso de selección de beneficiarios de las #BecasPorNuestroFuturo se hará pensando en quienes más lo necesitan.
📥 Llena tu solicitud en https://t.co/wMBTeqC70m pic.twitter.com/eva5VcR2fX
— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) May 2, 2025
Un símbolo de protección en la construcción
Además de su dimensión religiosa, el Día de la Cruz tiene un significado muy particular para quienes trabajan en la construcción. En Guatemala, esta fecha es conocida también como el Día del Albañil. La razón se encuentra en la práctica de colocar cruces en las edificaciones para pedir protección divina contra accidentes, sobre todo en una época donde las obras de adobe eran comunes y los riesgos estructurales elevados. La llegada de la temporada de lluvias refuerza el simbolismo, pues representa un periodo de mayores peligros para los trabajadores.
En medio de oraciones y música tradicional, la comida juega un papel fundamental. Las familias suelen preparar tamales y caldo de gallina, platillos infaltables en las celebraciones guatemaltecas. También, se sirven frutas de temporada y bebidas típicas como el aguardiente, que forman parte del festín comunitario. Esta reunión alrededor de la mesa refuerza los lazos entre vecinos y simboliza la gratitud por la protección otorgada por la cruz.
Veneración al Niño Dios de Amatitlán
En el municipio de Amatitlán, ubicado en el departamento de Guatemala, el Día de la Santa Cruz adquiere un matiz especial con la veneración del Niño Dios. Devotos de diferentes zonas llegan hasta este lugar para agradecer favores recibidos, en un acto de fe que combina lo espiritual con lo festivo.
Aunque las costumbres actuales tienen un marcado arraigo popular, la historia de esta festividad se remonta a Jerusalén en el siglo IV. Según la tradición cristiana, el emperador Constantino tuvo un sueño revelador con una cruz brillante antes de una batalla crucial. Ordenó entonces portar el símbolo en sus estandartes, lo que lo condujo a la victoria y al reconocimiento del cristianismo. Años después, su madre, Elena, emprendió una expedición para encontrar la cruz en la que murió Jesús. El hallazgo milagroso dio origen a la veneración de la Santa Cruz, que con el tiempo se extendió por Europa y América.
Con la llegada de los conquistadores españoles, esta costumbre fue incorporada en el calendario de celebraciones del continente. Actualmente, países como México, Perú, Colombia, Paraguay, El Salvador y Guatemala continúan conmemorando este día con expresiones únicas que mezclan fe, cultura y comunidad. En cada cruz adornada y en cada platillo compartido, resuena el eco de una tradición que ha resistido el paso del tiempo.
Lea también:
Caminos hará intervención mayor en zona afectada del kilómetro 36 ruta al Pacífico
lr/dc