Ciudad de Guatemala, 25 feb (AGN).- Este día un total de 48 personas, entre personal médico y paramédico, del Hospital Roosevelt, recibieron la vacuna contra el coronavirus (COVID-19) luego de 350 días desde el primer caso en el país.
La doctora Johana Samayoa, jefa de la Unidad Integral del VIH y y coordinadora del Área COVID-19, fue la primera persona que le administraron la vacuna en el nosocomio.
La primera Dra. en recibir la vacuna es Johana Samayoa quien encabezó el equipo covid-19 en Hospital Roosevelt pic.twitter.com/H5Z0zlu9o5
— Hospital Roosevelt (@HRooseveltGT) February 25, 2021
“Es el punto inicial para el acceso para todo el personal de salud, porque todos somos primera línea y todos los que conformamos el hospital atendemos a los pacientes. Tal vez nosotros tenemos que estar al frente. Represento al grupo que ha trabajado la emergencia y no es pequeño”, enfatizó Samayoa.
La inféctóloga Samayoa señaló que el grupo es formado por especialistas, subespecialistas y personal de enfermería.
Atención durante la pandemia
Samayoa contó a la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN) cómo fueron de complicados los inicios de la pandemia para todo el personal de salud de este centro asistencial.
“Fueron momentos duros, momentos cansados y difíciles, estábamos ante algo desconocido y todos los días había una noticia diferente y ver como la gente fallecía, como entraba bien y en horas ya no estaba fue bastante complicado”, señaló Samayoa.
Además, destacó que esta pandemia les enseñó a valorar la vida de diferentes puntos de vista, tanto profesional como personal, ante las circunstancias que vivió el los más de 11 meses de la enfermedad.
“A pesar del miedo todo estuvimos ahí. Nos dicen héroes, pero no es eso, creo que simplemente fue vencer el miedo y hacer lo que nos corresponde hacer y para lo que nos formaron”, señaló.
Valientes
La doctora Samayoa enfatizó que su equipo está conformado de personas valientes, ante la pandemia, de los cuales se encuentra orgullosa de ser parte, para enfrentar la enfermedad mundial.
“Estoy muy orgullosa de ser parte de ellos y son excelentes trabajadores. Todos en algún momento flaqueamos, tuvimos debilidad pero no impidió que siguiéramos”, dijo.
Destacó que dentro de su equipo se registraron pérdidas humanas a causa de la enfermedad que no solo afectó a la población, sino también a sus compañeros de trabajo y a los familiares de las víctimas.
“Somos 340 personas, pero llegamos a ser más de mil. Y sí, perdimos personal de enfermería, químicos farmacéuticos, realmente dure difícil, no solo fueron trabajadores, sino familiares de trabajadores”, aseguró.
Esperanza
Señaló que en esos momentos no sabía ni en que día estaban, pues no habría ni descanso, ni días festivos, su objetivo era brindar la atención a los guatemaltecos afectados.
Sin embargo, esto valió la pena, para ayudar a la población que más lo necesito, por esta enfermedad mundial, que no le importó a que persona afectó.
“Estábamos de 6 de la mañana a 10 de la noche, atendiendo a los guatemaltecos que nos necesitaban”, señaló.
Por último, pidió a la población que continúen con las medidas en lo que las vacunas lleguen a toda la población, para frenar la pandemia del coronavirus en el país.
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AGN. /mv/km/