Ciudad de Guatemala, 21 ene (AGN).- Aunque en numerosos años la temporada de lluvia ha variado en las fechas de inicio, ya sea por atrasos o adelantos, este año podría ser la excepción, según los análisis del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
El Departamento de Investigación y Servicios Meteorológicos del Insivumeh informó sobre las condiciones del fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), el cual tiene alta incidencia en la aparición de las lluvias por su influencia en la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial, elemento importante para la fluctuación de humedad en la atmósfera. En este sentido, las condiciones neutras (ni El Niño ni La Niña) finalizaron y desde diciembre de 2024 comenzaron a regir condiciones de La Niña, que trata de la fase fría del ENOS.
Los modelos de pronóstico utilizados por el ente meteorológico señalan un 59 % de probabilidad de La Niña de intensidad débil en el primer trimestre del 2025. Sin embargo, hay un 60 % de probabilidad de retorno a condiciones neutrales en marzo y mayo.
Por lo tanto, el Insivumeh señala:
Dada la debilidad de este evento, se espera que los impactos sean menos intensos de lo habitual y que el inicio de la época lluviosa en Guatemala ocurra de manera normal.
ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE IMAGEN SATELITAL
21 de enero de 2025. 13:15 Hrs.#SomosINSIVUMEH #GuatemalaSaleAdelante #CIV #ClimaGT pic.twitter.com/zXv5prUIdR— INSIVUMEH (@insivumehgt) January 21, 2025
Efectos en Guatemala
El Insivumeh señala que, históricamente, La Niña ha favorecido una mayor precipitación, sobre todo en las regiones de bocacosta, Pacífico, altiplano central y oriente, aunque también puede influir en otras zonas del país.
Los expertos detectaron que las temperaturas superficiales y subsuperficiales del mar por debajo del promedio en el centro y este del Pacífico ecuatorial, lo que confirma la presencia de condiciones asociadas a La Niña.
La Niña débil, que podría persistir hasta abril, responde a cambios en los vientos alisios y la circulación oceánica. Aunque sus efectos son más notorios cuando coincide con la época lluviosa (generalmente entre mayo y octubre), su aparición en la época fría puede favorecer el aumento de la nubosidad e incrementar la humedad en nuestro país, provocando lluvias ligeras o chubascos.
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dc/dm