Ciudad de Guatemala, 12 nov. (AGN).- Durante el Congreso Internacional de Innovación, Coordinación y Participación Ciudadana, el presidente Bernardo Arévalo presentó su visión de un país más justo, transparente y resistente a la corrupción.
Bajo el lema Hacia un Sistema Nacional Anticorrupción, Arévalo describió los avances que se lograron en los primeros 10 meses de su mandato y delineó los pasos necesarios para consolidar un sistema integral que proteja los intereses de los ciudadanos y fortalezca las instituciones públicas.
El gobernante destacó los progresos en materia de transparencia y control de procesos gubernamentales, subrayando que la lucha contra la corrupción ha comenzado a dar frutos.
Al respecto aseguró:
Hemos avanzado en tener mayor control sobre los procesos de contratación y el uso de los recursos públicos.
Uno de los hitos esperados para el próximo año es la implementación de políticas que identifiquen a los beneficiarios finales en transacciones, lo cual permitirá una mayor claridad sobre quiénes están detrás de los negocios estatales.
El Presidente enfatizó la importancia de resistir las presiones de aquellos que desean mantener la política como un espacio transaccional, sobre lo cual resaltó:
Ni plazas fantasmas, ni contratos, ni transferencias en efectivo.
Con ello reafirmó su compromiso con una política enfocada en el bienestar común y no en el beneficio personal.
🔴 | Congreso Internacional de Innovación, Coordinación y Participación Ciudadana: Hacia un Sistema Nacional Anticorrupción. https://t.co/QtQnjleVlc
— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) November 12, 2024
Una nueva forma de negociar
La visión del presidente Arévalo aboga por un modelo de negociación basado en la dignidad y el desarrollo pleno de la sociedad guatemalteca:
Vamos a negociar sobre la base del desarrollo pleno de nuestro pueblo. Y el sistema lo va entendiendo poco a poco.
De esta manera sugirió que, aunque el cambio no es sencillo, es fundamental para sentar las bases de una Guatemala más justa.
El Presidente resaltó, además, la importancia de un enfoque no vengativo, que busque la verdad, garantice la no repetición, repare a las víctimas y devuelva lo robado. Esto no es impunidad, es la sanación de un país, aseguró.
También enfatizó que los esfuerzos para consolidar un sistema anticorrupción requiere de reformas estructurales que incluyan la ley de protección a denunciantes y reformas en la legislación sobre lavado de dinero.
La agenda también contempla la ampliación de la transparencia con leyes como la de beneficiarios finales y la de probidad, así como la creación de mecanismos de justicia que afronten efectivamente los conflictos de interés.
El Presidente hizo énfasis en que, para 2025, la Comisión Nacional contra la Corrupción (CNC) continuará potenciando el diálogo con la sociedad y reforzará las propuestas de reforma institucional.
Acerca de ello, auguró:
Cuando termine mi mandato, el 14 de enero de 2028, habremos sentado las bases de un gobierno que sirve al pueblo y no a una minoría corrupta.
Proyectando un legado de instituciones renovadas y un país con un sistema anticorrupción fortalecido.
Arévalo concluyó que la construcción de un futuro digno para Guatemala implica un esfuerzo colectivo y constante.
Las acciones y medidas implementadas por su gobierno, sostuvo, no solo están sentando las bases de un cambio, sino que están inspirando una nueva forma de hacer política: una basada en la integridad, la transparencia y la justicia para todos los guatemaltecos.
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