Ciudad de Guatemala, 12 nov (AGN).- En un trabajo conjunto con instituciones públicas y privadas se presentó la restauración de la fachada del templo histórico de San Francisco.
La Dirección del Centro Histórico (DCH), de la Municipalidad de Guatemala, informó que este ambicioso proyecto empezó a planificarse a principios del 2022 y pasó por diversos procesos técnicos y administrativos, entre ellos mediciones, análisis, registros fotográficos, levantamientos con dron y documentación técnica e histórica, lo cual permitió una adecuada planificación y la conformación de un expediente para la autorización de las obras.
Luego, la entidad Aporte para la Descentralización Cultural (Adesca) apoyó con el financiamiento para la adquisición de materiales y herramientas. Fue así como el 3 de mayo del 2023 se puso en marcha la obra, a la cual se sumó el Ministerio de Cultura y Deportes, por medio del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (Decorbic) y la asistencia de la Orden de Frailes Menores Conventuales (franciscanos).
Fases de la restauración
Durante las diferentes fases se contó con mano de obra de la Municipalidad de Guatemala, Dirección del Patrimonio Cultural y Natural, y personal contratado por el templo de San Francisco. Además, se contó con el apoyo de las Reservas Militares del Ejército de Guatemala y de empresas privadas. Asimismo, se tuvo el acompañamiento y supervisión de expertos del Instituto de Antropología e Historia y arquitectos de la DCH, quienes se encargaron de la validación y cumplimiento de los términos fijados.
De esta forma, y después de una minuciosa documentación, se procedió a la liberación de intervenciones inadecuadas y de capas pictóricas acumuladas. La reposición volumétrica y de mampostería, inyección, resanes, reconstrucción de detalles, recubrimiento (repellos y blanqueados), consolidación de elementos decorativos, intervención escultórica, herrería y carpintería.
Este largo camino ha resultado en el remozamiento de la fachada del Templo de San Francisco, un monumento icónico del Centro Histórico de la ciudad. Asimismo, muestra el compromiso de la Municipalidad de Guatemala y de la Dirección del Centro Histórico en su propósito por conservar, recuperar y poner en valor nuestro patrimonio edificado.
Investigación previa
La restauración de un templo con carácter monumental como San Francisco implicó procesos que fueron más allá de una intervención puramente arquitectónica. Por ello, hubo una investigación previa para respaldar decisiones técnicas como el uso de materiales, definición de volumetría, acabados y texturas, aplicación de colores o reconstrucción de detalles.
La fachada de estilo neoclásico presenta capiteles compuestos con hojas de acanto y volutas.
Los bajorrelieves tallados como las guirnaldas en las calles laterales, estaban dañados en más del 70 por ciento. Su restauración se logró mediante una adecuada documentación, la elaboración de moldes de plywood y el tallado a mano de cada pieza.
Asimismo, las esculturas que representan a Moisés y a Elías que posan sobre las columnas flanqueantes habían perdido partes importantes. Estos detalles fueron sometidos a un análisis para identificar los materiales de elaboración original; posteriormente se consolidaron con piedra pómez, cal viva, arena blanca y polvo de mármol.
El escudo franciscano también presentaba daños irreversibles, por ello, se procedió con la reconstrucción respetando sus dimensiones, forma e iconografía. Otros elementos decorativos que se reconstruyeron fueron los listones tallados, rótulos arquitectónicos, jarrones en los parapetos, bajorrelieves con motivos naturales y las piñas sobre las cornisas.
También destaca la intervención de la puerta principal, de más de seis metros de altura, la cual fue restaurada por la Escuela Taller Municipal. En ella se identificaron hasta cuatro especies de madera.
Además, está decorada con más de 200 rosetones, algunos de bronce y otros que solamente cuentan con un baño de ese metal; todos fueron pulidos y recobrados en su forma y sistema de anclaje. Cabe mencionar que este trabajo requirió de injertos de caoba y cedro; se restauraron las bisagras, los pasadores y los pivotes, para finalmente recuperar la apariencia de la madera en tonos caoba.
También se recuperaron piezas que se habían perdido por el paso del tiempo y la intemperie. Entre ellas las hojas de las piñas y las llamas de los jarrones que rematan el parapeto; esto con lámina galvanizada.
Obra que data desde 1829
La historia del templo de San Francisco se remonta al 3 de mayo de 1800, cuando se colocó la primera piedra. Para 1829, la estructura estaba erigida en su mayor parte; sin embargo, a partir de entonces, surgieron diversos contratiempos que no permitieron su conclusión. La obra fue entregada hasta 1851, cuando los trabajos estuvieron a cargo del arquitecto Miguel Rivera Maestre.
Este recinto es de estilo neoclásico y tiene numerosos detalles de yesería, bajorrelieves, esculturas en bulto. Así como cornisas cargadas de molduras, capiteles compuestos y sutiles elementos como palmetas y tallos de acanto.
Estos detalles perdieron calidad debido a las reconstrucciones luego de los terremotos 1917-1918 y 1976, y por sufrir el paso de casi 200 años. Pese a ello, el proceso de restauración emprendido recientemente, que implica mano de obra calificada en materia de dibujo. También tallado a mano, modelado, calado de madera y escultura, han permitido que el templo histórico de San Francisco recupere su estética y brillo, detalles que ahora se contemplan en todo su esplendor.
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Jm/dm