Ciudad de Guatemala, 12 nov. (AGN).- En el marco del Congreso Internacional de Innovación, Coordinación y Participación Ciudadana: Hacia un Sistema Nacional Anticorrupción, el presidente Bernardo Arévalo ofreció un discurso contundente y revelador sobre el estado de corrupción en el que encontró la administración pública al asumir el cargo.
Sus palabras fueron un llamado a la conciencia ciudadana.
Desde su primer día en el cargo, Arévalo describió cómo cada rincón del Gobierno destapaba una historia de corrupción.
Cada gaveta que abrimos, cada archivo que leemos, nos cuentan una historia, una historia de codicia, de robo desmedido y descaro.
El Presidente se refirió a una red de corrupción profundamente enraizada, donde las acciones de funcionarios y políticos han tenido como único fin el beneficio personal, sacrificando el desarrollo y la dignidad del pueblo guatemalteco.
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— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) November 12, 2024
Además, destacó la existencia de una de las redes de saqueo más grandes jamás descubiertas en el país. Esta red no solo se dedicaba a robar, sino que también a evadir impuestos sobre lo sustraído. Arévalo subrayó cómo el interés propio de una minoría corrupta, especialmente durante emergencias como la pandemia de COVID-19, condujo a lucrativos negocios con la venta de vacunas mientras el pueblo sufría y moría en masa.
Plazas fantasmas y redes clientelares
Otro de los aspectos que resaltó el mandatario fue la presencia de plazas fantasmas en el aparato estatal. Estas plazas, que existían únicamente en papel, estaban asignadas con funciones y salarios que nunca se ejercían, sirviendo en su lugar para alimentar redes clientelares y financiar partidos políticos.
Arévalo mencionó, evidenciando cómo este sistema de desfalco era un engranaje esencial en la maquinaria corrupta:
Cientos y cientos de puestos cuyos titulares nunca llegaban a trabajar
Esta realidad, señaló, no solo desvía recursos públicos, sino que deteriora la confianza en las instituciones y desvía la atención y el dinero de necesidades urgentes para la ciudadanía.
Un compromiso inquebrantable
Arévalo concluyó su intervención reafirmando su compromiso con la transparencia y la justicia, destacando que la lucha contra la corrupción no es una simple promesa de campaña, sino una necesidad vital para el futuro de Guatemala. En apenas ocho meses, la Comisión Nacional contra la Corrupción ha llevado múltiples denuncias al Ministerio Público, demostrando que la voluntad de cambio es real.
La tragedia de la corrupción, como la denominó el Presidente, es un monstruo que debe ser combatido con todas las fuerzas del Estado y con la colaboración activa de la sociedad. Desenterrar ese edificio de la cleptocracia es el primer paso para devolverle al pueblo guatemalteco la dignidad y la esperanza de un futuro más justo y próspero.
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