Ciudad de Guatemala, 2 sep (AGN).– Pasadas las 12 horas del día, ante la imperturbable mirada del Palacio Nacional de la Cultura y la Catedral Metropolitana y con ayuda de los dioses de nuestra cosmología maya, el fuego surgió en el pebetero enviando un mensaje de que los tiempos oscuros y duros de nuestro país son cosa del pasado, dando paso a un nuevo tiempo de libertad en conmemoración de los 203 años de independencia.
De las manos del presidente Bernardo Arévalo, el fuego que nos recuerda y da esperanza de ser un país libre y soberano cobró vida en el pebetero en el cual miles de antorchas serán encendidas en las próximas semanas.
Durante el encendido del fuego patrio, participaron representantes de El Salvador, Costa Rica y Honduras, como muestra de que las fronteras terrestres únicamente son excusa con las cuales nos diferenciamos como hermanos centroamericanos. Con un minuto de silencio y ofrendas florales, fueron recordados los próceres de la independencia, quienes a base de esfuerzo y lucha lograron liberar a los países centroamericanos en 1821.
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