Ciudad de Guatemala, 30 Jun. (AGN).– En un esfuerzo por recuperar el control del sistema penitenciario de Guatemala, el Gobierno ha puesto sus ojos en la prisión de máxima seguridad en Escuintla, conocida como El Infiernito. Esta prisión se ha convertido en el epicentro de una serie de hallazgos sorprendentes y preocupantes que evidencian años de negligencia y corrupción en la gestión penitenciaria del país.
El primer paso en esta operación de limpieza fue el traslado de 225 pandilleros a otros centros penitenciarios, el pasado 2 de junio. Con los reclusos fuera, las autoridades comenzaron una exhaustiva revisión de las instalaciones.
#MINGOBAvanza | El Ministro de Gobernación, @FJimenezmingob y la Viceministra de Seguridad, Claudia Palencia envían un mensaje al pueblo de Guatemala para informar sobre el Operativo #RecuperaciónInfiernito. pic.twitter.com/dgp2nZCxnE
— MinGob (@mingobguate) June 2, 2024
Una fauna inusual
Entre los descubrimientos más sorprendentes estaban varios animales exóticos y de granja que, en circunstancias normales, nunca deberían haber estado en una prisión. La lista incluye:
- Dos mapaches (uno de los cuales murió, probablemente debido al estrés)
- Dos caimanes
- Un águila
- Dos zorros grises
- Un querreque o quebrantahuesos
- Animales de granja como gallinas y cabras
- Criaderos de tilapias
¿Cómo pudieron estos animales ingresar a un centro penitenciario de máxima seguridad? La presencia de estos animales plantea serias preguntas sobre la corrupción y la falta de control en las administraciones pasadas. Durante años, las autoridades responsables permitieron, ya sea por omisión o complicidad, que el contrabando de estos animales ocurriera. Esto no solo pone en evidencia la negligencia, sino también la posible connivencia de personal interno con actividades ilícitas.
El papel del Gobierno actual
El gobierno del presidente Bernardo Arévalo ha tomado una postura firme contra esta corrupción sistémica. Arévalo y su equipo han declarado que la transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales de su administración. La intervención en El Infiernito es solo el primer paso en una serie de acciones destinadas a reformar el sistema penitenciario y asegurar que este tipo de situaciones no se repitan.
Tras la remoción de los reclusos y los animales, las autoridades han comenzado los trabajos de remodelación de las instalaciones. Esta remodelación busca mejorar las condiciones físicas de la prisión, asimismo, implementar sistemas más estrictos de control y vigilancia para prevenir futuras irregularidades.
El camino hacia la transparencia
El desafío al que se enfrenta el gobierno de Arévalo no es menor. La corrupción en el sistema penitenciario es un problema profundamente arraigado que requiere de medidas drásticas y vigilancia constante. No obstante, con un compromiso firme hacia la transparencia y la integridad, hay esperanza de que se pueda establecer un nuevo estándar en la administración de justicia en Guatemala.
Los sorprendentes hallazgos en El Infiernito han sacado a la luz la magnitud del problema que enfrenta el sistema penitenciario.
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lr/ir