Ciudad de Guatemala, 31 mar (AGN).- En un esfuerzo por promover prácticas agrícolas sostenibles y fomentar la producción de abono a nivel comunitario, agricultores de todo el país están dando un paso adelante. La construcción de aboneras y biofábricas marca un cambio significativo en la forma en que se manejan los desechos orgánicos y se promueve la salud del suelo.
Asimismo, uno de los puntos destacados de esta iniciativa es la implementación de aboneras tipo Bocashi. Estas utilizan una combinación de elementos clave como la ceniza, el carbón y la cal para crear un abono rico en nutrientes.
Además, las lombricomposteras, que utilizan la lombriz coqueta roja, demuestra ser una herramienta eficaz para convertir el rastrojo del chapeo en material nutritivo para el suelo. Este proceso, que se desarrolla durante los meses de marzo, abril y mayo, ayuda a mantener la humedad del suelo y facilita la descomposición de las plantas muertas.
Igualmente, estas iniciativas están siendo respaldadas por los centros de aprendizaje para el desarrollo rural (Cader), una iniciativa del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación. Además de proporcionar asistencia técnica, estos centros promueven un modelo integral de desarrollo rural que abarca prácticas agrícolas sostenibles y la mejora de la calidad de vida en las comunidades rurales.
Biofábricas
Otro avance importante es la construcción de biofábricas, donde se produce abono que contiene microorganismos de montaña. Estos microbios juegan un papel crucial en la salud del suelo y prosperan en condiciones controladas en estas estructuras. Esta innovadora técnica está demostrando ser efectiva para mejorar la calidad del suelo y promover la salud ambiental en las comunidades agrícolas.
Además de la producción de abono, los agricultores también se exploran métodos naturales para el control de plagas. La elaboración de insecticidas a base de chile, ajo, cebolla y hierbabuena gana popularidad como una alternativa ecoamigable a los productos químicos convencionales. Estos insecticidas no solo ayudan a reducir la dependencia de los fertilizantes químicos. También promueven la salud del suelo y aumentan la productividad de los cultivos.
Desarrollo rural
La construcción de aboneras y biofábricas, junto con el uso de insecticidas naturales, marca un nuevo capítulo en la agricultura sostenible en todo el país. Estas prácticas no solo están mejorando la productividad agrícola. También contribuyen a la conservación del medio ambiente y al bienestar de las comunidades rurales. Con el apoyo continuo de instituciones como los Cader, el futuro de la agricultura sostenible en el país parece más prometedor que nunca.
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