Redacción Ciencia, 28 jul (EFE).- Las estrellas pueden verse titilar en el cielo porque la atmósfera curva su luz cuando viaja a la Tierra. Pero existe otro tipo de centelleo, que procede de su interior y que es imperceptible para los telescopios terrestres, aunque ahora un equipo de expertos lo han simulado por ordenador.
Un estudio se publicó en Nature Astronogy firmado por científicos del Instituto Flatiron y la Universidad Northwestern (Estados Unidos). Recoge esas simulaciones que muestran cómo la agitación en las profundidades de una estrella puede hacer que su luz parpadee.
Matteo Cantiello, uno de los autores del estudio del Instituto Flatiron de Nueva York, destacó:
De momento solo existen estas simulaciones, pero con la mejora de los telescopios podremos ver la firma del núcleo de las estrellas, que será una forma de sondear sus regiones más internas.
Los movimientos en los núcleos de las estrellas lanzan ondas como las del océano y cuando llegan a la superficie, las hacen titilar. El equipo desarrolló modelos informáticos que permiten determinar cuánto debería titilar una estrella como resultado de estas olas.
Usando las nuevas simulaciones, los investigadores determinaron, por primera vez, cuánto deberían brillar las estrellas de forma innata.
El telescopio @NASAWebb ha detectado vapor de agua alrededor de una estrella lejana, en una región donde podrían estar formándose planetas rocosos. Este ambiente vaporoso plantea la pregunta: ¿de dónde viene el agua? https://t.co/S9aQu8tb6h pic.twitter.com/AnZqHlJAYU
— NASA en español (@NASA_es) July 25, 2023
Un nuevo capítulo sobre las estrellas
En cuanto al aporte de este aspecto, indicó el autor principal del estudio, Evan Anders, de la Universidad Northwestern:
Una mejor comprensión del interior de las estrellas ayudará a los astrónomos a aprender cómo se forman y evolucionan, cómo se ensamblan las galaxias y cómo se crean los elementos pesados, como el oxígeno que respiramos.
Además, el equipo también convirtió estas ondas de gas en ondas de sonido. Esto permitió escuchar cómo deberían sonar el interior de las estrellas y el parpadeo.
Las nuevas simulaciones también amplían un misterio estelar. Los astrónomos han observado constantemente un parpadeo inexplicable (o ruido rojo) que provoca fluctuaciones en el brillo de las estrellas calientes y masivas.
Una propuesta era que la convección en los núcleos de las estrellas causaba este parpadeo, pero las nuevas simulaciones muestran que el parpadeo inducido por la convección del núcleo es demasiado débil para corresponderse con el ruido rojo observado.
Este fenómeno podría seguir siendo responsable del ruido rojo, pero probablemente estaría mucho más cerca de la superficie de la estrella y, por tanto, sería menos reveladora de lo que ocurre en su interior profundo.
Los investigadores están mejorando sus simulaciones para tener en cuenta otros efectos, como el giro rápido de una estrella alrededor de su eje, una característica común de las estrellas más masivas que nuestro Sol. EFE
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dc/dm