Redacción Ciencia, 18 jun (EFE).- La primera reconstrucción digital de los músculos de un hominino (humano primitivo) ha demostrado que hace 3,2 millones de años, Lucy, la fósil de Australopithcus afarensis que revolucionó el estudio de la evolución humana, caminaba ya erguida como nosotros.
La investigación, liderada por Ashleigh Wiseman, de la Universidad de Cambridge, ha modelado en 3D los músculos de las piernas y la pelvis de la famosa Lucy, descubierta por Donald Johanson en Etiopía en 1974.
Bautizada en honor al éxito de los Beatles (Lucy in the Sky with Diamonds), es uno de los esqueletos más completos de Australopithecus del que se conservan el 40 % de los huesos.
No se trata de una manifestación divina, ni de una historia de zombis: la ciencia tiene una explicación para este fenómeno sorprendente a la par que escalofriante. Descubre más sobre la catalepsia👇🏽
https://t.co/1ahPVKI6lH— National Geographic España (@NatGeoEsp) June 14, 2023
Complexión
En vida, Lucy medía 1.10 metros de altura, pesaba unos 27 kilos. Tenía un cráneo comparable al de un chimpancé y un cerebro equivalente a un tercio del nuestro.
Se cree que al morir tenía unos 20 años, ya que le acababan de salir las muelas del juicio.
Los Australopithecus afarensis fueron una especie humana primitiva que vivió en África oriental hace más de 3 millones de años.
Lograron adaptarse a los bosques y a la sabana, y esto les permitió sobrevivir casi un millón de años.
Pero su principal rasgo es que podían hacer algo que no pueden hacer los primates: caminar sobre dos piernas.
Los hoplitas espartanos eran los más valientes y temidos de Grecia. Su superioridad en el campo de batalla se basaba en la disciplina de sus soldados, pero también en los engaños👇🏽https://t.co/g4j2B6aoLC
— National Geographic España (@NatGeoEsp) June 14, 2023
Movimiento
Aunque los paleoantropólogos coinciden en que Lucy era bípeda, discrepan en cómo caminaba, y mientras unos creen que se movía agachada y que, como los chimpancés -nuestro antepasado común- podía caminar sobre dos patas, otros creen que se movía de forma más parecida a nuestro bipedismo erguido.
En los últimos 20 años se llegó a un consenso sobre la marcha totalmente erguida, y el trabajo de Wiseman lo corrobora. Los detalles de su investigación se han publicado en la revista Royal Society Open Science.
El estudio ha sido posible gracias a la publicación en abierto de nuevos datos sobre Lucy, que permitieron al equipo de Wiseman crear un modelo digital de la estructura muscular de la parte inferior del cuerpo del hominino.
Para recrear los músculos de Lucy, Wiseman utilizó resonancias magnéticas y tomografías computarizadas de las estructuras musculares y óseas de una mujer y un hombre modernos para trazar las trayectorias musculares y construir un modelo musculoesquelético digital.
Después usó los modelos virtuales del esqueleto de Lucy para rearticular las articulaciones, es decir, recomponer el esqueleto y recrear sus movimientos en vida y, por último, los comparó con los músculos de humanos modernos.
🦇 La mitología de los vampiros es transversal en muchas culturas antiguas, pero ¿de verdad se alimentan de sangre?👇🏽
https://t.co/4EQqtJcgDB— National Geographic España (@NatGeoEsp) June 14, 2023
Comparaciones
El equipo recreó 36 músculos en cada pierna, la mayoría de ellos eran mucho más grandes en Lucy y voluminosos que los de los humanos modernos.
Por ejemplo, los músculos principales de las pantorrillas y los muslos de Lucy tenían más del doble de tamaño que los de los humanos modernos, ya que tenemos una proporción de grasa y músculo mucho mayor.
De hecho, los músculos constituían el 74 % de la masa total del muslo de Lucy, frente a solo el 50 % en los humanos.
Puede interesarle:
Descubren los secretos de ataúdes de animales momificados en Egipto