Tulcán, Ecuador, 17 mar (EFE).- Las alpacas han regresado a las montañas que separan Colombia y Ecuador gracias a un proyecto binacional que busca repoblar estos territorios fronterizos con uno de los camélidos más emblemáticos de los Andes.
En el marco de esta iniciativa se celebró una convención binacional sobre crianza de alpacas entre las dos comunidades involucradas en el proyecto.
La iniciativa cuenta con la financiación de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), con un aporte de más de 55 mil dólares de capital semilla.
La reunión se realizó en la comunidad de El Mirador de los Pastos, situada en el lado ecuatoriano y promotora de este proyecto que tiene como socio al resguardo indígena colombiano de Panam, cuyos miembros realizaron demostraciones de la crianza.
El proyecto nace por una propuesta elaborada por un grupo de jóvenes de la comunidad, con base en necesidades de las comunidades beneficiarias, indicó la veterinaria Katy Pinduisaca, quien ejerce de directora de esta iniciativa binacional.
La experta explicó que en esta zona no existía producción alpaquera hasta que en enero trajeron los primeros ejemplares. Estos procedían de las provincias ecuatorianas de Chimborazo y Cotopaxi.
Primera meta
El objetivo es que cada una de las comunidades llegue a contar con 30 ejemplares para que después estos camélidos puedan ampliar su presencia en la frontera hacia otras comunas.
Actualmente en El Mirador de los Pastos son 24 las alpacas que pastan por sus terrenos, mientras que hay otras 25 en Panam.
Hemos ido abriendo camino. Nosotros estamos implementando esta crianza y queremos involucrar a los ministerios para el apoyo técnico que necesita el proyecto, indicó Pinduisaca.
Con la crianza de las alpacas, que involucra a 42 personas entre las dos comunidades, sus habitantes ven también un futuro económico alentado por la producción de lana, fibra de alpaca y abonos orgánicos para, de alguna forma, cambiar la matriz del ganado vacuno.
También tienen en el horizonte la ambición de promover una iniciativa de turismo comunitario en torno a las alpacas, mientras que las mujeres del resguardo indígena de Colombia quieren utilizar la lana, muy cotizada en el extranjero, para dedicarse a los tejidos ancestrales como la confección de ponchos y artesanías.
Lea también:
Perú dedica 400 mil dólares para proteger zonas arqueológicas de las lluvias
lc/dm