Redacción Ciencia, 10 ene (EFE).- El viento solar es una corriente continua de partículas cargadas que libera el sol y llenan nuestro sistema. Un fenómeno que aún guarda muchos misterios para los científicos, aunque una nueva investigación apunta a que podría estar alimentado por pequeños chorros de plasma.
El estudio se realizó con datos de múltiples observatorios espaciales y terrestres, entre ellos la sonda de la NASA, Parker Solar Probe, que viaja próxima a nuestra estrella.
Esas observaciones muestran que el viento solar podría estar alimentado, en gran medida, por pequeños chorros, jetlets, en la base de la corona, que es la atmósfera superior del sol. Este es un hallazgo que ayudará a comprender mejor el misterio de qué calienta y acelera el viento solar.
Origen del fenómeno
Comprender el viento solar es fundamental para entender el sistema solar y otros del universo.
Estos nuevos datos nos muestran cómo se pone en marcha el viento solar en su origen, según Nour Raouafi, director del estudio y científico del proyecto Parker Solar Probe.
Raouafi explica que se puede ver el flujo del viento solar surgiendo de diminutos chorros de plasma a millones de grados por toda la base de la corona.
El viento solar, que está formado por electrones, protones e iones, recorre el sistema solar a una velocidad aproximada de un millón de kilómetros por hora. Cuando interactúa con el campo magnético de la tierra puede crear auroras boreales, pero también causar interrupciones en los sistemas GPS y de comunicaciones.
En la tierra, el viento solar suele ser una brisa constante, por ello los científicos han estado buscando una fuente estable en el sol que pudiera alimentarlo continuamente.
Detalles
El nuevo estudio, publicado en el repositorio de artículos científicos ArXvi y aceptado para su publicación en Astrophysical Journal, muestra que el viento solar podría estar, en gran parte, energizado y alimentado por chorros individuales que entran en erupción de forma intermitente en la parte inferior de la corona.
Aunque cada jetlet es relativamente pequeño, solo mide unos cientos de kilómetros, su energía y masa colectivas podrían bastar para crear el viento solar.
Esto supondría que, probablemente, el viento solar se libera de forma intermitente para convertirse en un flujo constante, del mismo modo que los aplausos individuales en un auditorio se convierten en un rugido constante cuando el público aplaude“, explicó Craig DeForest, del Southwest Research Institute de Boulder, Estados Unidos.
De Forest, coautor del estudio, destaca que esto cambia el paradigma sobre ciertos aspectos del viento solar.
Los jetlets, que se observaron por primera vez hace más de una década, están causados por un proceso conocido como reconexión magnética, que se produce cuando las líneas de campo magnético se enredan y se realinean explosivamente.
En la corona solar, la reconexión crea estos chorros de plasma de corta duración que pasan energía y material a la corona superior y escapan a través del sistema solar en forma de viento.
Las observaciones mostraron que los jetlets están presentes en la atmósfera inferior en todo el sol y eso los convierte en un posible motor del viento solar constante.
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