Ciudad de Guatemala, 19 sep (AGN).- Por medio de la revista Heroínas de la ciencia, la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt) compartió la historia de 30 científicas guatemaltecas.
Esto con el objetivo de promover la participación de los niñas y jóvenes en el estudio de la ciencia y tecnología para la solución de los problemas de la sociedad actual.
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La científica de los hongos espaciales
En la revista se encuentra la historia de Katherinne Herrera Jordán, de 24 años, originaria de la ciudad capital, quien conoció su amor por la ciencia desde muy temprana edad.
Katherinne comentó que desde muy pequeña mostró interés en los documentales sobre la ciencia. Además, al momento de cursar el bachillerato disfrutó aprender sobre la química, biología y física. Esto la llevó a decidir cursar la carrera de ingeniería química; sin embargo, durante sus prácticas como estudiante Herrera descubrió que su verdadero interés era pasar el tiempo en un laboratorio.
Por lo que su rumbo cambió al escoger la carrera de bioquímica y microbiología, en la cual conoció la astronomía y su amor por la investigación espacial.
Todo esto de la mano de Eduardo Rubio Herrera, quien la motivó a fortalecer sus conocimientos y poner en práctica todo lo que estaba aprendiendo.
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— Senacyt (@senacytgt) September 12, 2022
Ingreso a la investigación espacial
Durante su segundo año universitario, Katherinne empezó a buscar formas que le permitieran unir su amor por las ciencias espaciales y la microbiología.
Fue así como decidió cursar astrobiología, para realizar estudios sobre otros planetas y conocer si cuentan con las mismas condiciones que la Tierra.
A lo largo de su camino, se encontró con Luis Zea, quien la guió para orientar su camino a la microbiología espacial, que era lo que ella quería realmente para su vida. Esto se debe a su interés por determinar el comportamiento de los microorganismos de la Tierra cuando son enviados al espacio.
Por ello, todos sus esfuerzos se enfocaron en encontrar las herramienta que le permitieran realizar las investigaciones y simulaciones correspondientes para lograrlo.
Sin embargo, todas las máquinas y procesos necesarios tienen un costo muy elevado y en ese momento el país no contaba con las herramientas adecuadas para llevarlo a cabo.
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El viaje de su vida
Posteriormente, Katherinne inició un equipo de trabajo con un amigo de la infancia, quien la ayudó a descubrir cómo funcionaban las máquinas y logró crear la suya.
Tras un largo proceso de prueba y error, ambos lograron repetir con éxito una simulación que había hecho la Estación Espacial Internacional en su tercer prototipo.
Gracias a ello, en conjunto con Zea llevaron la investigación de un hongo a un estudio de la NASA en 2019.
Estando allá, creo que les gustó mi método de trabajo y el esfuerzo que hice. Por ello, me invitaron a ser parte de un segundo proyecto igualmente financiado por la NASA, comenta.
Este segundo proyecto no se quedó en la fase de simulación, sino que logró ser enviado a la Estación Espacial Internacional y regresó a la Tierra en 2020. Por lo que, según Katherinne, los resultados fueron bastante interesantes y próximamente serán compartidos por una revista científica.
Gracias a todo su trabajo y a las oportunidades que se presentaron en su vida, ella decidió contar su historia a través de la revista e inspirar a más mujeres y jóvenes del país.
No les hagan caso a las personas que dudan de ustedes, creo que solo nosotros somos los únicos que sabemos de lo que somos capaces, finalizó Herrera.
Igualmente, destacó que se encuentra trabajando en más áreas que le permitan seguir creciendo y cumpliendo sus sueños de niña.
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