Ciudad de Guatemala, 3 feb (AGN).- El Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19 registra importantes avances sobre atención a la población guatemalteca. Sin embargo, estas acciones impulsadas por el Gobierno de Guatemala deben ir de la mano con las medidas de bioseguridad para prevenir contagios.
Ante ello, en el país se registran aumentos de casos derivado de la variante ómicron. Al respecto, Marc Rondy, asesor de inmunización y punto focal de vigilancia para COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para Guatemala, da recomendaciones a la población.
Además, destaca que ahora el principal factor de riesgo para enfermar gravemente es no estar vacunado.
Explíquenos los antecedentes de la variante
Esta variante fue nombrada ómicon el 26 de noviembre (2021), y considerada una variante de preocupación por un grupo del asesor técnico de la Organización Mundial de la Salud.
Cuando la variante está clasificada como preocupante, estamos mirando cuatro elementos importantes para definir el nivel de amenaza que representa.
- capacidad de transmisión y su capacidad de escape inmune
- miramos su capacidad de llegar a personas vacunadas y las personas que se han infectado por variantes anteriores
- su gravedad, de generar casos graves que requieran de hospitalización y muerte
- y miramos la relación de la población frente a esta nueva variante
En el caso de ómicron, se analizó la amenaza de muy alto riesgo, porque si bien es cierto esta variante tiene una tendencia a causar formas menos graves de COVID-19, es mucho más infecciosa que las variantes anteriores.
En estos tiempos vemos olas de casos de COVID-19 como nunca habíamos visto en el pasado, lo que genera una presión fuerte sobre los hospitales y el servicio de salud en general.
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¿Cuál es el escenario que se visualiza en Guatemala con la nueva variante? ¿Se esperan más variantes?
Primero, lo que vemos en Guatemala es que estamos en plena explosión epidemiológica en tema de COVID-19. Estamos viendo de un 15 a 20 % de aumento en los casos reportados cada semana, sabiendo que solo una fracción de los casos son reportados. Tenemos más o menos de 4 a 5 mil casos de forma diaria, y eso es mucho.
Entonces, es muy importante que la gente sepa que Guatemala está en una situación epidemiológica complicada. Que tenemos una solución para evitar los casos graves y muertes de COVID-19 y eso es la vacunación, la cual está disponible en el país.
Con respecto a las próximas variantes, cambia la pregunta de saber si vamos a seguir en este estado de pandemia, y la respuesta es que no sabemos.
Sabemos que el virus sigue evolucionando, sabemos que vamos a tener otras variantes, sabemos que va a volverse una variante que ómicron, o al menos pueda infectar a las personas vacunadas o quienes se han infectado de ómicron o delta. Lo que no sabemos es cuál va a ser el nivel de gravedad de esta nueva variante y eso va a ser determinante para saber cómo vamos a tener que manejarla, y vamos a saber si sí o sí no vamos a poder llegar a este estado de endemia, del cual muchos están hablando.
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Sobre la evolución de un virus
En todos los virus es la selección natural la que hace que se tengan mutaciones, que en su mayoría generan aspectos que van a desaparecer porque van a tener desventajas comparados al virus actual; sin embargo, un par de ellos van a desarrollar elementos que van a permitirles ser más infecciosas o escapar de la protección que se ha conferido gracias a la infección natural o a la vacuna. Estos van a tener la ventaja de dirigirse de forma más eficaz, y entonces, convertirse en mayoritaria.
Desde el inicio de la pandemia se ha visto en dos años alfa, beta, gama, delta, ómicron. Lo que podría suceder en el futuro es accionar ante una lección aprendida de lo que hemos visto en el pasado.
Hay un montón de otras variantes que han surgido; sin embargo, ni siquiera han tenido nombre porque se propagaron en un entorno donde desaparecen porque no se reprodujeron de forma más eficaz que la variante anterior. Luego están otras que son clasificadas como variantes de interés, las que después pueden ser clasificadas como preocupantes porque se está investigando si podrían volverse mayoritarias.
¿Cuál es el porcentaje de letalidad de este virus y qué lo diferencia de las demás enfermedades respiratorias? ¿Podría detallar los síntomas más comunes?
Para poder calcular la letalidad de una variante en comparación a otra, se debería tener poblaciones no vacunadas sin antecedentes de circulación de otras variantes, en el mismo lugar, al mismo tiempo y eso es imposible.
La única forma de comparar la ómicron con otras variantes es en tiempos distintos y eso no es justo, porque vamos a tener coberturas de vacunación distintas, una proporción de personas infectadas distinta, como también en el tiempo soluciones terapéuticas distintas. Y entonces, no se puede comparar la totalidad. Sin embargo, se poseen elementos para decir que sí la letalidad con ómicron es más baja que con otras variantes.
Una de las razones que podría explicar esto es que podemos ver que ómicron tiene una tendencia a quedarse en los tractos superiores respiratorios, y no tanto infectar los pulmones. Por ello, se ven menos casos de pulmonía en los casos de COVID debido a ómicron, comparado a delta. Esta capacidad de quedarse en estos sitios podría también explicar el porqué es más infecciosa.
En cuanto a los síntomas, estamos tratando todavía de describir el cuadro clínico de ómicron, comparado al de las demás, y aún no se destaca algo muy claro. Es muy importante al tener cualquier tipo de síntoma respiratorio o de malestar hacerse la prueba. Ya sea ómicron o delta, la forma de proteger a los demás y de curarse va a ser igual, no hay una forma de identificar de forma clínica si tenemos ómicron y delta, lo que quiere decir que los síntomas para identificar los casos siguen siendo los mismos.
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¿Qué sucede en el caso de las personas que se niegan a vacunarse, pese a la facilidad de contagio de ómicron?
En cuanto al acercamiento al proceso de vacunación, es esencial dar a conocer que se poseen vacunas que son funcionales contra los casos graves y muertes ante todas las variantes. También se conoce que el factor uno de riesgo para padecer COVID-19 grave ya no es la edad, ni la enfermedad crónica, sino el no estar vacunado.
Lo que da paso a aprender de casos anteriores en otros países, como en Estados Unidos, que entre octubre y noviembre de 2021 se observó que las personas que tenían un esquema de vacunación completo tenían 13 veces menos probabilidad de morir que las personas no vacunadas. Las personas que tenían su esquema completo más una dosis adicional, tenían 53 veces menos probabilidad de morir de COVID-19, que las personas no vacunadas. Esos son datos robustos publicados por científicos y que podemos creer.
De las vacunas existentes, ¿hay alguna que se considere más efectiva para combatir esta variante?
Lo que sabemos es que no hay una vacuna 100% eficaz contra la infección o el COVID mortal. Lo que podemos decir es que todas las vacunas que han sido aprobadas para su uso de emergencia por la OPS/OMS son vacunas que sí son eficaces y seguras, porque se tienen más datos sobre los eventos adversos.
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Si alguna persona resulta contagiada de ómicron e interrumpe su proceso de vacunación, ¿cuánto tiempo deberá esperar para aplicarse la siguiente dosis?
Eso depende de los países, las indicaciones son distintas, según la disponibilidad de vacunas. La urgencia de vacunarse o no depende de ello, por parte de la OPS/OMS se recomienda que por lo menos se espere hasta que la persona esté totalmente recuperada para vacunarse y empezar su esquema de vacunación. En el caso de Guatemala, el Ministerio de Salud recomienda entre tres semanas y 90 días entre el fin de los síntomas y la próxima dosis, según el cuadro clínico que se infectó de COVID.
¿De qué manera ha contribuido la OPS con el Ministerio de Salud y qué recomendaciones ha brindado para prevenir más contagios?
Hemos estado trabajando con el Ministerio de Salud desde el inicio de la pandemia del COVID-19, en apoyarlo con los protocolos de vigilancia, como también la compra de pruebas y el manejo de los casos en los hospitales.
Cuando empezó el desarrollo de las vacunas, hemos estado al lado del Ministerio de Salud para que pueda participar desde el inicio en el proceso de compra del mecanismo COVAX, y eso empezó en el verano de 2020.
A finales del mismo año se inició con el Ministerio (de Salud) la formación de un comité nacional de vacunación contra el COVID, el cual se reúne cada semana desde hace más de un año para definir prioridades de este plan de vacunación.
Estamos trabajando de cerca con el programa de inmunizaciones, pero también con el Sistema Integral de Atención de Salud y el departamento de comunicación social, de promoción y educación de Salud, para desarrollar herramientas para detectar y reprender los rumores en cuanto al COVID, desarrollar un estudio etnoantropológico para entender las barreras acerca de la vacunación en las zonas rurales e implementar una campaña de comunicación con base a los resultados.
Finalmente, apoyamos un diálogo entre el Ministerio de Salud y las autoridades ancestrales, para que los líderes comunitarios y religiosos se puedan involucrar en la implementación del plan de vacunación. Creo que es esencial que a nivel comunitario tengamos un involucramiento y que juntos salgamos adelante frente al COVID-19.
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¿Cuentan con una política de prevención para recomendar al país, ante el futuro regreso a clases?
Lo que la OPS/OMS está recomendando junto a la Unicef es que los países tienen que desarrollar las condiciones para que los niños puedan regresar a las clases (presenciales) lo antes posible.
La OPS no recomienda ningún prerrequisito de un estado vacunal para el regreso a clases, pueden volver sin ser vacunados. Lo que se está recomendando es abordajes para detectar de forma temprana la circulación de COVID-19 y así poder implementar medidas de cuarentena y aislamiento en estas situaciones.
Se han desarrollado varias guías para los países y nuestras oficinas en Guatemala están totalmente disponibles para apoyar al Gobierno y al Ministerio de Salud para que se pueda realizar este retorno a clases de la manera más tranquila y serena posible.
Lo que hemos aprendido en este último año y medio de vacunación es que tenemos una herramienta que, además de ser muy eficaz, es una de las vacunas más seguras, ya que es una vacuna que le estamos dando a personas que pueden ser un poco débiles, refiriéndome a los adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y, a pesar de eso, tenemos muy pocos efectos secundarios.
#YoMeVacuno💉 | Coordinación interinstitucional ha permitido ampliar la cobertura del plan de inoculación en todo el departamento. #GuateAvanza #Totonicapán #DepartamentalesAGN https://t.co/dEDZy7AKEJ
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Como organismo internacional que observa el tema salubrista en varios países del mundo, ¿qué acciones aplicadas en otras naciones han resultado efectivas para el combate del virus?
Estamos haciendo lo posible para proteger los sistemas de salud, asegurarnos de tener camas para los casos de COVID, pero también para las otras enfermedades.
Además de implementar porcentajes altos de los planes de vacunación en cada país, como el uso de medidas de bioseguridad y evitar las aglomeraciones.
Por último, implementar los dos factores claves ante la pandemia: la cuarentena y el aislamiento.
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