Ciudad de Guatemala, 7 mar (AGN).- Cuando vemos a un atleta de alto rendimiento, rara vez somos conscientes del arduo camino que ha recorrido para llegar a la cima. Cada deporte tiene su propio nivel de exigencia, pero el pentatlón moderno lleva el desafío a otro nivel, combinando cinco disciplinas en una sola competencia. Requiere resistencia, técnica, estrategia y una mentalidad inquebrantable. En Guatemala, una de las máximas exponentes de esta disciplina es Sophie Hernández, una mujer que ha convertido su pasión en un legado.
Lo que comenzó como el sueño de una niña con ambiciones y adrenalina desbordante, hoy se ha materializado en una trayectoria ejemplar. Sophie no solo ha logrado lo que muchos atletas desean, sino que ha superado innumerables obstáculos en el camino para alcanzar su meta máxima: competir en los Juegos Olímpicos.
Al respecto, dice:
Desde pequeña tuve un sueño y mi familia siempre me apoyó. Fue un camino de esfuerzo, sacrificio y lucha constante. Me considero una persona persistente, responsable y comprometida con mis metas. Esa determinación me llevó a completar tres ciclos olímpicos y a finalmente alcanzar mi sueño de competir en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La mujer en el deporte: inspiración para las nuevas generaciones
El papel de la mujer en el deporte guatemalteco es fundamental. Cada atleta que se atreve a desafiar las barreras impuestas por la sociedad inspira a nuevas generaciones a seguir sus sueños. Sophie lo tiene claro: el camino no es fácil, pero es posible.
Sophie recuerda:
A las mujeres y niñas que sueñan con llegar lejos en el deporte les digo: luchen por sus sueños. Puede sonar a cliché, pero eso es lo que me impulsó durante toda mi carrera. Intenté llegar a los Juegos Olímpicos tres veces, y en la última lo logré. El deporte es una prueba constante de superación, una lucha diaria. La motivación es efímera, pero la disciplina y la constancia marcan la diferencia. Siempre habrá gente que dude de ustedes, que diga que no lo lograrán, que están perdiendo el tiempo. Pero si hay una persona que debe creer en ustedes, son ustedes mismas. No se rindan, persigan sus sueños con determinación y valentía.
Rompiendo paradigmas en el deporte femenino
En la iniciativa 8 Días, 8 Mujeres hemos sido testigos de cómo las mujeres en Guatemala desafían los estereotipos y rompen barreras en el deporte. Sophie Hernández no ha sido la excepción.
El deporte de alto rendimiento exige sacrificios: tiempo con la familia, con amigos, incluso momentos personales. Como mujer, muchas veces nos subestiman, creen que somos más débiles o que necesitamos un trato especial. Pero el deporte nos hace fuertes, nos da carácter y nos enseña a superar nuestros límites. No siempre es fácil, pero cuando sacas ese fuego interior, demuestras que sí puedes, aunque el mundo diga lo contrario.
Sophie ha demostrado que las atletas guatemaltecas pueden competir y triunfar en la élite mundial. Ha subido a podios en campeonatos internacionales, ganando medallas de oro para Guatemala y dejando en alto el nombre del país.
Competir en mundiales y demostrar que las guatemaltecas podemos lograrlo, pese a las adversidades, es un sentimiento indescriptible. Subir a un podio, recibir una medalla de oro y demostrarle al mundo que Guatemala tiene atletas de élite es algo inigualable.
Mayor visibilidad para el deporte femenino
Para Sophie, la visibilidad del deporte femenino es clave. Aunque en Guatemala el futbol acapara la mayor parte de la atención mediática, ella sabe que existen muchos otros atletas que también merecen reconocimiento.
Es cierto que el futbol es el deporte más popular, pero hay muchos otros atletas guatemaltecos que entrenan duro y han logrado resultados internacionales impresionantes. Medallas mundiales, medallas en el ciclo olímpico…, pero muchas veces estos logros no reciben la atención que merecen. Gracias a nuestra exposición mediática en el pentatlón moderno, hemos logrado que más personas conozcan el deporte y eso es positivo, porque permite su crecimiento y motiva a los niños a involucrarse.
El apoyo lo cambia todo
El respaldo de la afición y del país es vital para los atletas. El camino hacia la gloria es largo, pero contar con apoyo hace la diferencia.
El apoyo desde casa está subestimado. Cuando compites y ves la bandera de Guatemala, cuando recibes mensajes de apoyo, eso significa mucho. La realidad de un atleta es que puedes entrenar sin descanso, pero el día de la competencia cualquier cosa puede pasar. No siempre se gana, pero cuando las personas te respaldan en los buenos y malos momentos, eso te impulsa a seguir. La meta es importante, pero el camino es lo que realmente te forma. La competencia en los Juegos Olímpicos dura un día, pero el proceso dura años. En mi caso, fueron 12 años de esfuerzo y entrega. Si no hubiera disfrutado cada paso, cada entreno, tal vez no habría llegado. Mi consejo es que disfruten el proceso, porque ahí es donde se forjan los verdaderos campeones.
Sophie Hernández no solo es una atleta, es un símbolo de lucha, perseverancia y pasión. Su camino al éxito no ha sido fácil, pero ha demostrado que con determinación y entrega, los sueños pueden hacerse realidad. Su historia no solo inspira a futuras generaciones de atletas, sino a todo un país que necesita creer en su propio potencial. Guatemala tiene campeones, tiene guerreros, tiene a Sophie Hernández. Y su legado apenas comienza.
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