Ciudad de Panamá, 11 abr (EFE).- Un total de 118 mil migrantes que viajan de manera irregular hacia Norteamérica cruzaron la selva del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, entre el 1 de enero y este jueves, informó el Servicio Nacional de Migración (SNM) del país centroamericano.
La jungla del Darién, de 575 mil hectáreas, es un parque nacional panameño que une a Suramérica con el istmo centroamericano, y es el único punto en el que se interrumpe la carretera Panamericana, que es la más larga del mundo.
La oficina de Migración panameña indicó:
Un total de 118 mil 73 personas es la cifra de llegadas dentro del flujo controlado de migrantes irregulares en tránsito, desde enero 2024 hasta las primeras horas de hoy jueves 11 de abril.
Detalló que 8 mil 65 personas en movilidad llegaron a la provincia de Darién en los primeros 11 días de este mes de abril, de los que 485 fueron contabilizados el miércoles.
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— Migración Guatemala (@MigracionGuate) April 11, 2024
Datos alarmantes
De acuerdo a las estadísticas del SNM panameño, en enero 2024 atravesaron la jungla 36 mil 1 personas, en febrero lo hicieron 37 mil 166 y en marzo otras 36 mil 841.
El lunes pasado, el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá informó que hasta ese día más de 114 mil migrantes habían atravesado la jungla, más del 20 % de ellos menores de edad.
Las estadísticas oficiales también indican que durante el primer trimestre el 60 % de estos viajeros eran de nacionalidad venezolana.
Los peligros a los que se deben enfrentar los migrantes en la selva del Darién son numerosos, desde los naturales, con crecidas repentinas de ríos o los ataques de animales salvajes, a la presencia de bandidos que roban y violan, o la falta de agua potable, contaminada muchas veces por los excrementos o los cadáveres de otros migrantes.
La organización Human Rigths Watch (HRW) ha acusado a las autoridades de Colombia y Panamá de no estar protegiendo ni asistiendo a los migrantes y de no investigar los abusos, incluidos los asaltos sexuales, de que son víctimas, algo que ambos Gobiernos rechazaron.
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