Ciudad de Guatemala, 4 sept (AGN).- En Guatemala, la seguridad vial ya no es un asunto opcional ni un compromiso a medias. Con la plena aplicación del Decreto 45-2016 de la Ley de Fortalecimiento de la Seguridad Vial del Congreso de la República, la instalación de un Sistema Limitador de Velocidad (SLV) en vehículos de transporte colectivo de pasajeros y de carga se convierte en una obligación ineludible.
El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), junto a la Dirección General de Transportes (DGT) y la Dirección General de Protección Vial (Provial), establecen que el cumplimiento de esta norma es una pieza fundamental del Plan Conecta 2025, cuyo objetivo es reducir los accidentes viales y proteger la vida de los guatemaltecos en cada trayecto.
🚍El Sistema Limitador de Velocidad (SLV), establecido en el Decreto 45-2016, busca reducir accidentes y proteger vidas en el transporte colectivo y de carga.
👉 Conoce los pasos para ser implementador autorizado y obtener el dispositivo.
Somos PROVIAL, Proteger y Servir.#SLV pic.twitter.com/ig771hDlwp— PROVIAL-CIV (@ProvialOficial) August 22, 2025
Seguridad y cumplimiento empresarial
Asimismo, la normativa exige que los vehículos de transporte estén equipados con un mecanismo que limite la velocidad, con el fin de reducir el riesgo de accidentes y garantizar una movilidad más segura en las carreteras del país.
Para las empresas, cumplir con esta disposición no es solo un requisito legal, sino también una medida de responsabilidad social y de protección patrimonial.
Incorporar un SLV en sus unidades de transporte significa salvaguardar la vida de sus colaboradores, pasajeros y terceros. Además, este sistema minimiza el impacto financiero y legal que podría derivarse de un accidente.
Más que un gasto, una inversión estratégica
Además, el exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes viales con consecuencias graves, desde enero a la fecha, Provial registra más de 700 hechos de tránsito. Estos no solo afectan a las víctimas directas, sino también la reputación y sostenibilidad de los negocios que incumplen la ley.
Por ello, las autoridades reiteran que invertir en seguridad vial es una decisión estratégica y no un gasto innecesario. Con el SLV, cada empresa tiene la oportunidad de demostrar su compromiso con la legalidad, la responsabilidad social y la construcción de un país más seguro.
En tiempos en los que la seguridad se traduce en vidas humanas y confianza ciudadana, cumplir con la instalación del Sistema Limitador de Velocidad no es solo obedecer la ley, es dar un paso firme hacia un futuro de movilidad responsable, moderna y sostenible en Guatemala.
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