Ciudad de Guatemala, 19 ago (AGN).- La Procuraduría General de la Nación (PGN) llevó a cabo el rescate de un niño de 11 años en la aldea Plan de la Gloria, en el municipio de El Tumbador, San Marcos. El menor presentaba quemaduras en la mano izquierda, resultado de un grave incidente en el que su abuela y tía materna lo habrían obligado a poner las manos en un comal caliente.
Además de las quemaduras, el niño también padecía de maltrato físico y verbal. Ante la gravedad del caso, la PGN de Malacatán intervino rápidamente y solicitó medidas de protección urgentes ante el Juzgado de Paz de El Tumbador. El menor fue trasladado de inmediato a un hospital para recibir la atención médica necesaria.
El niño también sufre de maltrato físico y verbal, por lo que se procedió a solicitar medidas de protección necesarias y urgentes ante el Juzgado de Paz de El Tumbador. Asimismo, fue llevado al hospital para que recibiera la atención médica necesaria.#niñezyadolescencia pic.twitter.com/Qddg1B7S6w
— PGN Guatemala (@PGNguatemala) August 19, 2024
Actuación de la PGN ante situaciones de violencia infantil
La intervención de la PGN no se limita solo al rescate físico del menor, sino que sigue un protocolo riguroso a través de su Procuraduría de la Niñez y la Adolescencia (PNA).
Desde el momento en que se recibe una denuncia, un equipo multidisciplinario es desplegado para evaluar la situación en la que se encuentra el menor.
El objetivo principal es determinar si los derechos del niño están siendo vulnerados y si existe un riesgo inminente para su seguridad.
Una vez que se confirma la gravedad del caso, la PGN procede al rescate del menor, priorizando la atención médica y emocional si fuera necesario.
Este proceso incluye el traslado del niño a instalaciones de la PGN o al juzgado competente, mientras que se hacen evaluaciones psicosociales para diseñar una estrategia que garantice la restitución de sus derechos.
Evaluación durante el rescate
La PGN coordina estrechamente con la Policía Nacional Civil y líderes comunitarios para garantizar la seguridad durante el rescate del menor.
En situaciones en las que los responsables del menor se oponen a la intervención, la PGN solicita órdenes judiciales y el apoyo policial necesario para llevar a cabo la operación.
Este tipo de coordinación es clave para asegurar que el proceso de rescate lleve a cabo de manera efectiva y sin mayores complicaciones.
El equipo multidisciplinario también se encarga de realizar entrevistas psicológicas y evaluaciones físicas que permitan determinar el nivel de riesgo y los daños sufridos por el menor.
Cuando se encuentra evidencia física clara, como en el caso del niño de San Marcos, la intervención es inmediata.
Protección
Una vez rescatado, el proceso de evaluación psicosocial busca identificar un recurso familiar adecuado para que el menor pueda ser reintegrado en un entorno seguro. Si durante esta investigación no se encuentra un familiar idóneo, el juez puede ordenar el ingreso temporal del menor a hogares de abrigo y protección.
En casos de recién nacidos o niños muy pequeños, se recurre al acogimiento temporal con familias sustitutas a través de programas sociales coordinados por la Secretaría de Bienestar Social.
Estos programas buscan proporcionar un entorno afectuoso y estable mientras se determina una solución a largo plazo.
Cuando un familiar asume la custodia del menor, la PGN sigue de cerca el proceso de adaptación mediante visitas periódicas.
Durante estas visitas, se evalúa que el niño esté recibiendo los cuidados necesarios y se ofrece apoyo económico y social en caso de ser necesario. Este acompañamiento es esencial para garantizar que las condiciones óptimas de crianza se mantengan a largo plazo.
En aquellos casos donde no se encuentra un recurso familiar adecuado, el ingreso a hogares de protección es la medida más segura para salvaguardar el bienestar del menor mientras se continúa trabajando en su futuro.
Facilidades para denunciar y proteger a la niñez
La PGN dispone de múltiples canales para recibir denuncias sobre violencia infantil, entre ellos, líneas telefónicas, formularios en línea y atención en delegaciones regionales.
Las denuncias pueden ser presentadas de manera anónima para proteger a quienes informan sobre situaciones de riesgo.
El compromiso de la PGN no solo se limita a la protección física del menor, sino que también busca restablecer sus derechos fundamentales.
A través de sus protocolos y redes de apoyo, la PGN asegura que cada niño rescatado reciba el cuidado y la protección necesarios para su desarrollo integral en un entorno seguro.
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