Ciudad de Guatemala, 7 dic (AGN).- La Procuraduría General de la Nación (PGN) informó que durante el año 2025 la Procuraduría de la Niñez y la Adolescencia (PNA) ha atendido y efectuado acciones de protección en favor de 905 niñas, niños y adolescentes guatemaltecos retornados no acompañados, localizados fuera del país en contexto de movilidad humana.
De acuerdo con el reporte institucional, 601 menores ingresaron por vía aérea, mientras que 304 retornaron por las fronteras terrestres. La distribución por género muestra que 620 son del género masculino y 285 del femenino, con un rango de edad predominante entre 14 y 17 años, etapa considerada de alta vulnerabilidad por los riesgos asociados a los desplazamientos no regulados.
Departamentos con mayor número de retornos
Los datos oficiales reflejan que la mayoría de niñas, niños y adolescentes retornados son originarios de San Marcos, Huehuetenango y Quiché, departamentos históricamente vinculados a mayores índices de migración.
Factores como la falta de oportunidades, la reunificación familiar y la búsqueda de mejores condiciones económicas continúan impulsando la movilidad de menores hacia otros países, principalmente hacia México y Estados Unidos.
Además del acompañamiento a la niñez guatemalteca retornada, la PNA brindó durante este año acciones de protección a 36 niñas, niños y adolescentes migrantes extranjeros, procedentes principalmente de México y Honduras.
En este grupo también predomina el género masculino y las edades entre 14 y 17 años, lo que evidencia una tendencia similar a la de los retornos nacionales.
#NoticiasPGN Más de 900 niñas, niños y adolescentes migrantes retornados no acompañados atendidos en 2025.
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— PGN Guatemala (@PGNguatemala) December 2, 2025
Riesgos en rutas migratorias no regulares
La PGN advierte de que las rutas migratorias irregulares exponen a la niñez y adolescencia a graves riesgos, entre ellos la trata de personas, el reclutamiento por estructuras criminales, así como violencia física, psicológica y sexual.
También se registran amenazas a la integridad física, como accidentes, deshidratación, hambre y la falta de atención médica adecuada durante los trayectos.
Estos peligros, señala la institución, afectan no solo la seguridad inmediata de los menores, sino también su bienestar emocional y su desarrollo integral, generando secuelas que pueden perdurar a largo plazo.
Ante este panorama, la PNA hizo un llamado a las familias y a la población en general a evitar rutas no regulares que ponen en riesgo la vida e integridad de niñas, niños y adolescentes.
La institución enfatiza que su bienestar, seguridad y desarrollo deben ser siempre prioridad, e insta a buscar mecanismos seguros, legales y acompañados para cualquier proceso migratorio.
Con estas acciones, la PGN reafirma su compromiso de velar por los derechos de la niñez y adolescencia, brindando atención, protección y asistencia especializada a quienes enfrentan situaciones de movilidad humana.
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