Ciudad de Guatemala, 15 octc (AGN).- Fue en 2008 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) incorporó a su calendario el Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Es una conmemoración que distintas entidades venían celebrando cada 15 de octubre, desde finales de la década de 1990, con el objetivo de reconocer el papel fundamental que las mujeres desempeñan en el campo.
En su página oficial, la ONU resalta al respecto:
Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres rurales -una cuarta parte de la población mundial- no solo es lo correcto, sino que es un ingrediente fundamental en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y la acción climática.
Son ellas las que aseguran la mitad del sustento alimenticio planetario y las que custodian el medio ambiente y la biodiversidad. Como agricultoras han aprendido a hacer frente al cambio climático y adaptarse a él, por ejemplo, practicando una agricultura sostenible, cambiando al uso de semillas resistentes a la sequía o liderando iniciativas de reforestación y recuperación.
Lo más importante es, entonces, reconocer el liderazgo y la participación de la mujer rural.
De hecho, este es el objetivo del Día Internacional de la Mujer Rural, conmemoración a la cual se suma Guatemala.
El Gobierno reconoce a mujer rural como una persona clave para promover cambios en los ámbitos económico, ambiental y social.
Rural women make invaluable contributions to their communities and are key to building a more sustainable, resilient future for all.
On Tuesday’s International Day of #RuralWomen, join us in thanking them and supporting their efforts. https://t.co/DCWkPXkotZ via @UN_Women pic.twitter.com/4vNxx1mRLl
— United Nations (@UN) October 15, 2024
En tal sentido, dicha fecha reconoce la función y contribución de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural.
Guatemala colabora en el desarrollo de las mujeres rural mediante programas de salud, educación, promoción de los derechos femeninos e inclusión.
Uno de los pilares de la actual administración reconoce, además, la dignificación de víctimas de abusos y conflictos armados, como una forma de retribución a la mujer.
Además, los programas de maternidad, salud, nutrición, educación y formación apoyan a las mujeres rurales con enfoque inclusivo y respeto por sus tradiciones, raíces y costumbres.