Ciudad de Guatemala, 4 sep. (AGN).- Agosto cerró con la extracción de 10 mil 372 metros cúbicos de residuos y plantas acuáticas del lago de Amatitlán, según la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA).
Lo recolectado en agosto representa el 25.1 % del total de los 8 meses del 2024, siendo el segundo mes más fructífero en esta labor ambientalista, luego de julio, cuando se recolectaron 11 mil 933 metros cúbicos, el 28.8 %.
La extracción de estos residuos, provenientes de los municipios de Amatitlán, Guatemala, Villa Nueva, San Miguel Petapa y Villa Canales, conlleva un esfuerzo de gran magnitud, para lo cual se divide esta tarea en labores manuales y semiautomatizadas (con maquinaria pesada).
La tarea manual se ejecuta en 32 puntos a lo largo de los municipios en mención, en los que la mayoría de lo extraído se compone por plásticos y otros residuos desechados por los ciudadanos de forma incorrecta, al arrojarlos a las calles, barrancos y ríos que desembocan en el lago, como los ríos Villalobos, Pampumay, Pinula, Platanitos, San Lucas, Frutal, Zacatal, Pansalic y Panchiguajá. En los primeros ocho meses del año se han recolectado manualmente mil 875 metros cúbicos de desechos y 8 mil 598 de plantas.
Para la extracción semiautomatizada, personal de AMSA mantiene una barda de contención de 2 mil metros hecha con envases de pet de tres litros. Esta barrera permite la retención de desechos en un área específica, donde arriba la maquinaria pesada para sustraerlos más fácilmente. De esta forma, en 2024 se han extraído 25 mil 308 metros cúbicos de residuos sólidos y 5 mil 622 de plantas.
En total, de enero a agosto 2024, se han recolectado 41 mil 403 metros cúbicos de residuos y plantas acuáticas.
Protegiendo el lago
El lago de Amatitlán enfrenta un panorama adverso al recibir la contaminación de millones de habitantes, sin embargo, existen esfuerzos como la recolección de residuos sólidos, aunque estos siguen contaminando las aguas a través de los lixiviados (líquidos de los residuos).
A pesar de la contaminación del agua, persiste biodiversidad endémica, específicamente peces como dos tipos de pupos y la cirica. Además, dichas aguas también conservan especies introducidas, como la mojarra negra, la tilapia y el guapote.
Para proteger a las especies y al lago, AMSA también evalúa periódicamente la calidad del agua de los afluentes mencionados para establecer las fuentes de contaminación y hacer recomendaciones o denuncias para el correcto manejo del agua y su recuperación.
El lago de Amatitlán aún tiene varios pasos por recorrer para recobrar su vitalidad y cada esfuerzo cuenta, incluida la conciencia social de cada persona para reducir el impacto y los residuos que llegan a él.
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