Ciudad del Vaticano, 25 dic (EFE).- El papa Francisco criticó una época que a veces parece obsesionada con la apariencia, todo el mundo intenta exhibirse y especialmente a través de las llamadas redes sociales, en el discurso a los empleados del Vaticano con motivo de la felicitación de la Navidad.
El Papa pidió a los empleados vaticanos y a sus familias que miren en sus casas la sencillez del belén y deseó a las familias y a sus hijos un estilo de vida basado (…) en lo oculto y lo pequeño.
Para contrarrestar así, dijo, una época que a veces parece obsesionada con la apariencia, todo el mundo intenta exhibirse: es la época del maquillaje, no solo de la cara sino también del alma, y esto es malo, sobre todo a través de las llamadas redes sociales.
Es un poco como querer copas de cristal valiosas sin preocuparse de si el vino es bueno. Pero en la familia las apariencias y las máscaras no cuentan, o en todo caso no duran mucho; lo que importa es que no falte el buen vino del amor, la ternura y la comprensión mutua.
Explicó.
#OremosJuntos para que las personas con discapacidad estén en el centro de la atención de la sociedad y las instituciones promuevan programas de inclusión que potencien su participación activa. #IntencióndeOración #ClicktoPray pic.twitter.com/UIQcEafuoZ
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 28, 2023
El amor no hace ruido
Agregó: Y el amor –lo sabemos bien– no hace ruido. Lo vivimos en lo oculto y en la pequeñez de los gestos cotidianos, en la atención que sabemos intercambiar.
Esto es lo que os deseo: que estéis atentos, en vuestras casas y en vuestras familias, a las pequeñas cosas de cada día, a los pequeños gestos de gratitud, a la consideración del cuidado. Mirando el belén podemos imaginar la preocupación y la ternura de María y José por el niño que nacía. Quiero desearte este estilo.
Añadió. EFE
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