Ciudad de Guatemala, 14 sep (AGN).- Las tierras que nutren los volcanes de Fuego y Acatenango, en el departamento de Chimaltenango, se han convertido en fértiles parcelas que producen aguacate de gran calidad. La combinación de suelos volcánicos y el acompañamiento técnico ha permitido que los cultivos prosperen, ofreciendo abundantes frutos a los agricultores de la región.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Estuardo Zamora, un agricultor de la aldea Chitabruy, en el municipio de Parramos, quien ha encontrado en el aguacate una oportunidad para superar las dificultades. Hace algunos años, una erupción del volcán de Fuego dañó severamente los cultivos de melocotón de Zamora, causando pérdidas considerables. Sin embargo, los árboles de aguacate que había sembrado en asociación con los melocotones resistieron los efectos de la erupción.
Ante este escenario, Zamora decidió apostar por el aguacate, ampliando su siembra y descubriendo el verdadero potencial de esta fruta en las condiciones de la zona. Esta decisión no solo lo ayudó a recuperarse de las pérdidas, sino que también le abrió una nueva puerta hacia el crecimiento agrícola.
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El apoyo del MAGA impulsa la producción
La labor del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) ha sido un factor determinante en el éxito de los agricultores de la región, ya que a través de la Dirección de Fruticultura y Agroindustria fomenta el cultivo del aguacate con programas de asistencia técnica y entrega de insumos. Estuardo Zamora es uno de los beneficiarios de estos programas.
Gracias al apoyo recibido, Zamora pudo incrementar su producción. El MAGA le entregó un lote de pilones de aguacate, lo que le permitió expandir sus cultivos. Además, con la orientación y seguimiento de expertos en fruticultura, ahora cuenta con mil árboles en diversas etapas de producción para crecer aún más.
Hacia un futuro de mayor productividad
La visión de Zamora de ampliar su producción de aguacate es compartida por el MAGA, que tiene como uno de sus objetivos estratégicos incrementar la productividad agrícola del país. A través de estos esfuerzos, se busca no solo mejorar la disponibilidad de alimentos, sino también garantizar que los agricultores tengan acceso económico y físico a los recursos necesarios para cultivar de manera eficiente.
La historia de Estuardo Zamora es un ejemplo de cómo, con la combinación de determinación personal y el respaldo institucional, se pueden superar las adversidades y aprovechar las oportunidades que ofrece la naturaleza. El aguacate, una fruta que ha ganado popularidad tanto en mercados locales como internacionales, se ha convertido en el símbolo de esta transformación agrícola en las tierras que rodean los volcanes de Fuego y Acatenango.
Con la visión de continuar ampliando su producción, Zamora y otros agricultores de la región no solo contribuyen al desarrollo económico de sus comunidades, sino que también fortalecen la seguridad alimentaria del país, cumpliendo con los objetivos trazados por el MAGA en su lucha por un sector agrícola más productivo y sostenible.
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