Ciudad de Guatemala, 9 feb (AGN).- En una operación que llevó a cabo la División Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda), de la Policía Nacional Civil (PNC), se logró desmantelar un escondite utilizado por miembros de la mara Salvatrucha. En esta guarida se localizaron cuatro motocicletas robadas. Este descubrimiento arroja luz sobre las actividades delictivas de esta peligrosa banda en la zona.
Los mareros utilizaban las motocicletas que se recuperaron durante el allanamiento para llevar a cabo sus actividades delictivas en la ciudad. Estos vehículos eran empleados en la comisión de diversos delitos, contribuyendo así al aumento de la inseguridad en la comunidad.
DIPANDA descubre escondite de mareros salvatrucha donde tenían
cuatro motos robadasEn el trabajo de investigación realizado por policías de #DIPANDA se ha determinado que dichos vehículos eran utilizados para la comisión de delictivos, por parte de mareros salvatruchas. pic.twitter.com/xdcDhYuQUk
— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) February 9, 2024
Detalles de las motocicletas
Entre las motocicletas recuperadas se encontraban una moto Bajaj Pulsar negra, robada en la colonia Mariscal, zona 11; una Hero Hunk, blanca, sustraída en la 1a. avenida y 6a. calle, zona 1; una moto Suzuki azul, robada en la colonia 4 de febrero, zona 7, y una Hero sin placa de circulación, robada en la colonia Las Charcas.
Estos detalles proporcionan una visión más clara de la magnitud de las actividades delictivas de la banda.
Además, el éxito de esta operación representa un golpe significativo al crimen organizado en la zona. Ello demuestra el compromiso de las autoridades en la lucha contra la delincuencia y las extorsiones. La desarticulación de esta guarida y la recuperación de las motocicletas robadas son pasos importantes hacia la construcción de una comunidad más segura y pacífica.
Cierre del espacio a los extorsionistas
Con cada operación exitosa como esta, el espacio para que los extorsionistas y criminales operen se está reduciendo. Asimismo, la presencia y la acción decidida de las fuerzas del orden están enviando un claro mensaje de que la impunidad no se tolerará y que se hará justicia. Es un recordatorio de que la seguridad es una responsabilidad compartida. Además, de que juntos se puede construir un entorno más seguro para todos.
En un mundo donde la delincuencia amenaza constantemente la paz y la seguridad de la comunidad, es alentador ver que se dan pasos concretos para combatirla. La operación de Dipanda para desmantelar la guarida de los mareros salvatruchas y recuperar las motocicletas robadas es un ejemplo claro de este compromiso. No hay mañana en la lucha contra el crimen.
Lea también:
“La infraestructura debe ir mucho más allá de lo urbano”, afirma presidente Arévalo
lr/rm